En el Día de la Mujer

En el siglo XX se inicia la gesta emancipadora del sexo femenino, siendo 1975 la fecha exacta en la que la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoce el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, prácticamente después de haber pasado más de un siglo de luchas, sacrifi cios, maltratos y muertes en contra del ser más noble y bondadoso que hay en este mundo, la que verdaderamente después de Dios representa la expresión más alta de la divinidad, aquí en la Tierra. Por eso es grato reconocer con humildad y afecto y, porqué no, también con orgullo, respeto y admiración, el gran papel que han jugado las dominicanas en todas las luchas libradas en este país, desde los tiempos de la colonización, como la gran aborigen taína Anacaona, las heroínas de la gesta libertadora de la independencia, María Trinidad Sánchez y Concepción Bona, las hermanas Mirabal en la era del tirano, y Mamá Tingó y Sagrario Díaz en los Doce Años. Todas ellas junto a Salomé Ureña, Maria Montez y muchas otras han jugado el mismo papel que las anteriores como la doctora Milagros Ortiz Bosch, la dominicana que ha ocupado la más alta distinción politica de la nación, primero como vicepresidenta de la República y varias veces como Presidenta interina, además de haber sido senadora y secretaria de Educación. También nuestras felicitaciones a todas las dominicanas que en las páginas del más voluminoso libro que pueda existir no cabrían los nombres ni los aportes hechos a la patria por nuestras grandes mujeres, para logar construir con su esfuerzo, amor y dedicación una sociedad como la nuestra, dominada por una caterva de hombres inseguros, llenos de resentimientos e incapaces de reconocer el valor sublime e historico de nuestras grandes heroínas mujeres. Felicidades en su día.