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Mencionar no es recordar

Joaquín Balaguer, Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez, los tres líderes políticos de mayor trascendencia e influencia nacional en los últimos años, son constantemente mencionados por seguidores y opositores y citados con frecuencia como referentes. Los dos primeros fueron presidentes. A Juan Bosch le fue truncado el ejercicio presidencial por un golpe artero cuyas consecuencias sufrimos aun transcurridos 45 años. Joaquín Balaguer gobernó en cinco ocasiones, con tal mano dura las tres primeras que todavía contamos los oposicionistas muertos. A José Francisco Peña Gómez le fue cerrado el camino al poder por circunstancias de todos conocidas y que no viene al caso señalar ahora. De haber vivido, Peña Gómez hubiera cumplido 72 años el pasado viernes, ocasión que, antes de 1998, año en el que falleció, constituía motivo de regocijo para quienes eran sus amigos, para sus adversarios y para los perredeístas que medraban bajo su liderazgo. Este 6 de marzo solamente a tres personas escuchamos mencionar el natalicio del fallecido líder: a don Víctor Gómez Bergés, su apreciado amigo personal, que le dedicó en el Gobierno de la Tarde unas emotivas palabras; a Milagros Ortiz Bosch, su entrañable colaboradora, y a su viuda Peggy Cabral. El Partido Revolucionario Dominicano anunció la presentación de un documental sobre la vida política de Peña Gómez que será estrenado en Nueva York el próximo día 30, y el PRSD, que recogió la bandera antirreeleccionista que siempre enarboló el líder, olvidó la fecha. ¡Qué pena! José Francisco Peña Gómez dejó un PRD fuerte y organizado, tanto que a penas seis días después de su partida ganó arrolladoramente las elecciones congresuales y municipales. Hoy, ese PRD olvida sus prístinos orígenes, no multiplica la herencia política que le dejó su líder y, en cambio, pone en práctica la sentencia de que “solamente el PRD es capaz de vencer al PRD”. El Partido de la Liberación Dominicana, por su parte, pasó de ser un partido marxista a una organización neoliberal. Y el Partido Reformista Social Cristiano olvidó los pasos de vencedores para convertirse en una bisagra. Tres grandes partidos con tres grandes líderes constantemente mencionados pero cuyas enseñanzas no son lo suficientemente recordadas para ser aplicadas.

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