SONDEO
Ocoa y la Junta
La Asociación para el Desarrollo de San José de Ocoa, para los ocoeños mejor conocida como “La Junta”, ha constituido por años un magnífico instrumento de aportes, soluciones y grandes realizaciones a favor de la comunidad sureña, pródiga en montañas y en el recurso agua, entre muchos otros. Con sus altos y grandes méritos, pero también con sus debilidades y defectos en algún momento, la entidad -obra del filántropo padre Luis Quinn- ha sido clave en la superación y avance de la provincia y de sus habitantes, en todos los aspectos, con más escuelas, acueductos y kilómetros de caminos construidos que los hechos por todos los gobiernos juntos. Mantener la Junta en pie, con el ritmo de trabajo y la mística de servicio a favor de la comunidad, sería el mejor homenaje que, en la práctica y con los hechos, no sólo de palabra, el pueblo de Ocoa le podría rendir al padre Quinn. Destruirla, dejarla caer o jugar en lo adelante al fracaso de su nueva cabeza sería una ingratitud y una agresión a la memoria de su finado mentor y guía. La entidad ha estado, está y debe seguir bajo la rectoría de la iglesia Católica, porque, por su peso moral y su manejo plural, garantiza que se abran puertas y fluyas los recursos necesarios para las obras y proyectos en beneficio del pueblo. El sustituto a la muerte padre Luis, el religioso Domingo Sobejko, entendió a su llegada que debía hacer algunos cambios y acabar con algunos males, pero con bríos sobrados, aunque todavía sin la solidez del liderazgo producto de los años, carisma y obra gigante del padre Quinn, se encontró con alguna resistencia. Eso le obligó a un repliegue táctico, acompañado de una renuncia que dejaba a la Junta moralmente acéfala, sin la sombrilla indispensable de la Iglesia. Y, cual trama imperdonable, el coro del templo se declaró independiente (¿?). Ya alguna gente no está y el padre Domingo volvió, lo que es señal de que capeó el temporal inicial y de que la Junta seguirá viva y en ruta. Claro, con el respaldo del pueblo al padre Domingo.