Los Cuentos Chinos del Turismo del Sur
Uno de los libros más populares del prestigioso periodista argentino Andrés Oppenheimer se titula Cuentos Chinos, “El engaño de Washington, la Mentira Populista y la Esperanza de América Latina”.En ese ensayo, Oppenheimer hace un análisis de lo que él entiende ha sido el abandono de Estados Unidos a la región, y los argumentos esgrimidos por los gobiernos Latinoamericanos para justificar los niveles de pobrezas y desigualdad social que tienen estos países, de cuyas desgracias siempre viven acusando a las grandes potencias. He querido utilizar el título de este libro por la similitud de sus argumentos con las excusas que han esgrimido los gobiernos que ha tenido el país, desde la caída de Trujillo hasta nuestros días, para justificar sus desidias de promover el desarrollo de la industria turístico en la región sur. Hay que recordar que esa región cuenta con todos los recursos necesarios para convertirse en uno de los principales polos turísticos del país, ya que posee paradisíacas playas, cristalinos e inmensos ríos, exuberantes paisajes para explotar el ecoturismo, lugares históricos para el turismo cultural y bellos lagos naturales y artificiales para la práctica del deporte acuático. Basta hacer un recorrido desde Palenque, Najayo y la Toma en San Cristóbal, Nizao y Corbanito en BanÏ, Palmar de Ocoa, Monte Río en Azua, Los patos y San Rafael en Barahona y el paraíso terrenal que constituye Bahía de las Águilas en Pedernales. Cabe mencionar también la Cueva de Pelempito en esta última provincia, el hoy abandonado Lago Enriquillo, las Aguas Termales de Barahona, los lagos de las Presas Sabana Yegua y Sabaneta, la Plaza ceremonial Corral de los Indios y Las Cuevas de Seboruco en San Juan de la Maguana y hasta la bendita agüita de Oliverio Mateo en esa misma demarcación. El eterno chantaje de la protección de áreas protegidas solamente ha sido aplicado al Sur, ya que todo el mundo recuerda el desmembramiento a que fue sometido el Parque Nacional del Este y las autoridades, pasadas y presentes, se hicieron de la vista gorda, para permitirle al Este lo que se le niega al Sur; su desarrollo. Y no es que estemos en contra de la prosperidad que ha llevado el turismo a la parte oriental del país, todo por el contrario le ha dado trabajo y albergue a miles de sureño que han salido corriendo la pobreza de su región, lo que queremos es que las autoridades entiendan que “el sur también existe”. Que no nos sigan aplicado el refrán “el pobre pa`la elecciones y el pavo pa`nochebuena”. Son muchos los sureños que han demostrado tener capacidad para triunfar en otros lugares, ¿qué sería si le dieran la oportunidad de desarrollarse en su propia tierra?