Opinión

La pobreza en República Dominicana

Julio Ortega TousSanto Domingo

La pobreza es un fenómeno histórico. Desde antes de la llegada de los europeos la pobreza ha estado presente en nuestras sociedades. Algo que se presentaba como parte del “orden divino”, ha pasado a ser posible de eliminar. La pobreza no es una fatalidad. Pero ante todo, habría que definir ¿Qué es la pobreza? Los bancos multilaterales han creado dos conceptos para la estimación de la cantidad de “pobres” que existen en una sociedad. No es lo mismo pobreza en Alemania, EEUU o Japón, a pobreza en los llamados “países en desarrollo”, dentro de los cuales habría también que establecer categorías: no es lo mismo pobreza en Argentina o Chile, que pobreza en Haití o Etiopía. Sin embargo, el Banco Mundial ha establecido dos criterios generales para la pobreza en el Hemisferio Sur: pobreza en general, que es toda aquella persona que vive con el equivalente de hasta dos dólares para cubrir sus necesidades diarias; e indigentes (extrema pobreza), es decir, todas aquellos que reciben el equivalente de un dólar o menos para cubrir sus necesidades diarias. De 2002 a 2007, se ha producido un gran avance en la lucha contra la pobreza en América Latina. Mientras en 2002 la pobreza en América Latina era de 44% de la población y la indigencia 19.4%; en 2007 esos mismos indicadores bajaron a 34.1% (pobreza) y 12.6% (indigencia). Todo indica que las políticas puestas en vigencia han hecho retroceder la pobreza en la región, aunque a pasos muy diferenciados. Pero la pobreza bajó de 10% y la indigencia en casi 7% en 5 años. ¡Una proeza! En la lista de la Cepal hay un grupo a los que llama “países en los que aumentó la pobreza”. Esos países, según Cepal, son Honduras, Paraguay, República Dominicana y Uruguay. En el caso que más nos atañe, nuestro país, según CEPAL la pobreza pasó de 47.1% y la indigencia 20.7% en 2002, a 44.5% la pobreza y 21% la indigencia en 2007. Las razones que dice Cepal explican estos aumentos o bajas en la pobreza y pobreza extrema son el nivel de empleo y el ingreso laboral por empleado. En nuestro caso se experimentó una disminución del ingreso y una muy leve disminución del desempleo. Ahora bien, cabría preguntarse, ¿Cuáles factores han influido en esta evolución? ¿Por qué nuestro país, que exhibe elevadísimos niveles de crecimiento económico desde 2005, no ha podido mejorar sus indicares de pobreza e indigencia? ¿Se corresponde con la realidad lo afirmado en el último Panorama Social de América Latina 2008 de la Cepal con respecto a nuestro país? En primer lugar, es claro que entre 2002 y 2004 se produjo un incremento enorme de la pobreza. Las políticas económicas del gobierno de Mejía hicieron que un millón y medio de dominicanos ingresaran en el círculo de los pobres e indigentes. También hay que considerar la “importación masiva de pobreza” desde Haití, dada la falta de control migratorio. Sin embargo, cabría preguntarse, ¿Qué ha pasado entre 2005 y 2007? ¿Las políticas económicas y sociales del gobierno del presidente Fernández no han producido ningún efecto? Las cifras de Cepal aparecen sólo los resultados de 2002, de 2006 y 2007. La pobreza general en ese período ha disminuido de apenas en 2.6%, de 47.1% a 44.5%, pero la pobreza extrema ha subido de 20.7% en 2002, a 22% en 2006 y 21% en 2007. A pesar de ello, en el periodo se ha puesto en marcha el Programa Solidaridad, con unos 600,000 dominicanos beneficiarios; se ha puesto en vigencia el Seguro Familiar de Salud y otros programas, pero al parecer no han sido suficientes para avanzar significativamente, como ha sucedido en los países del pelotón mas progresista de la región. No hay razones por la que los dominicanos no podemos alcanzar esas cifras. Sin embargo hay algunas pistas en el propio informe de Cepal. La región alcanzó en 2007 un 16.34% del PIB en gasto social, en RD fue 9.1% (cifras de la Secretaria de Economía). El promedio de gasto en educación regional subió a 4.4% del PIB, mientras nuestro país fue 2.2%. El gasto en salud alcanzo un promedio de 3.53% del PIB, mientras RD fue de 1.6%. El gasto en Seguridad Social alcanzó el 7.09% del PIB regional. En RD fue de 2.5%. Esas cifras son las que debemos modificar como sociedad.

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