Otra vez sobre Rodríguez Urdaneta

En respuesta al artículo de la pasada semana sobre la desaparecida obra “Uno de Tantos”, de Abelardo Rodríguez Urdaneta, recibí un correo del señor Pedro Méndez, artista visual y profesor de escultura en la Universidad Católica Madre y Maestra de Santiago, informando que en la calle 30 de Marzo de aquella ciudad hay una copia en bronce de la citada obra que, al parecer, se hizo por mandato del escultor italiano Arrigino, quien trabajó en dicha localidad y que el Canoabo, del mismo artista fue removido desconociéndose también su paradero. En ambas obras “Uno de Tantos” y “Canoabo”, Rodríguez Urdaneta aludía situaciones de triste evocación nacional: la intervención de 1916 y las injusticias españolas contra la raza indígena. El profesor Méndez trabajó en la década de los 80 en el grupo Abelardo Rodríguez Urdaneta, de Azua, posee la obra de Belkys Adróver de Cibrán sobre el insigne maestro dominicano y suele llevar sus estudiantes a visitar la estatua de Santiago y comentar con ellos el contexto histórico en que fue realizada, como forma de interesarlos en la obra del maestro. Ahora que ha sido promulgada la Ley del Libro y la Lectura y que en la misma se norma todo lo relativo al patrimonio cultural nacional y se destaca la importancia de su cuido y preservación, sería importante que se investigue el destino que han tenido Uno de Tantos, Canoabo y cualquier obra artística que bien deberían estar en los museos, para orgullo nuestro, y no resultar destruidas por la ignorancia o terminar en manos de particulares como en ocasiones ha sucedido. Nunca superaremos la miseria y el atraso mientras no se considere la cultura como una parte de la vida nacional equiparable en importancia a las más elementales necesidades. Cuando la educación en todas sus manifestaciones deje de ser una palabra vacua y la asumamos en todo su significado, comenzaremos a ser verdaderamente libres, porque habremos roto las cadenas de la ignorancia, que son las que nos imponen la sumisión.