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El tamarindo

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Emilio Armando OlivoSanto Domingo

Siguiendo con el tema de la potencialidad de nuestra fruticultura, queremos tratar sobre otra fruta que a nuestro juicio tiene mucho futuro. Nos referimos al tamarindo (Tamarindus indica, L.) fruta que la gran mayoría del dominicano ha probado de alguna manera, fresca, en champolas o jugos, bolas de tamarindo, etc. Esta fruta se puede producir en toda nuestra geografía y lógicamente que con mejor calidad en las zonas donde esta encuentra una ecología más apropiada. Tanto es así que algunos dicen que la mejor zona es la de las Matas de Farfán. Por igual crece en zonas húmedas como los Haitises. El tamarindo crece muy bien en zonas semiáridas y aunque tenemos plantaciones limitadas o pequeñas en ciertas zonas, como la del Central Romana, la del IDIAF en Baní y otras, es un cultivo sin padrino que mayormente se le siembra o crece en los patios. Si deseamos reforestar el país e incorporar ciertas zonas a la fruticultura, con esta planta, podemos esperar mucho de ella pues la familia dominicana tiene en la misma una fuente de riqueza. El Tamarindo puede incorporarse al mercado de muchas formas, generalmente se mercadea fresco o con cáscara, aunque también lo vemos pelado, ofertado en bolas, jugos y concentrados. Recientemente y gracias al buen amigo don Joaquín Milán, probamos un Tamarindo muy dulce importado desde Tailandia, país del sudeste asiático y con condiciones similares a la nuestra, que es muy dulce. La misma tiene una presentación en primera, como debe ser. Si esta variedad se introduce, estudia o analiza su potencial, veremos un cambio radical en la producción. Algo que debemos analizar sobre esta variedad es si la misma es compatible con la nuestra y si puede ser injertada o reproducida meristemicamente. En mi patria chica, Guayubín, donde el Tamarindo crece muy bien, recuerdo que doña Lola Marzán hacía un tamarindo glaceado de películas. Es la fruta madura o alcoholada, que se glacea o recubre en azúcar siendo realmente una exquisitez. Este dulce podría generar un nicho de consumo interno y exportación, si educamos a nuestros productores de dulce. Esperamos que en esta serie de artículos sobre fruticultura, en este Listín, hoy que vemos al final del túnel cierta luz sobre la producción de alimentos, el Tamarindo tendrá un nicho importante en la agroecología y economía agraria del país.

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