Transición

De la escuela a la universidad

Para que el cambio de la escuela a la universidad sea exitoso, se debe crear un sistema de apoyo entre el adolescente y la familia.

Para que el cambio de la escuela a la universidad sea exitoso, se debe crear un sistema de apoyo entre el adolescente y la familia.

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Nathalia RomeroSanto Domingo, RD

Patricia está a punto de cumplir los 18 años. Pasará de ser una adolescente a ser una adulta, y con ello viene uno de los cambios más drásticos de su vida: la universidad.

Aún no se decide bien por lo que va a estudiar y en cuál universidad. Solo pensar que tendrá que adaptarse a otro ambiente, lejos de sus amigos, le trae estrés y ansiedad.

Por otro lado, Ángela está cursando el primer cuatrimestre de la carrera. Para ella, su vida ha dado un giro de 180 grados. Pasó de estar en un politécnico muy estricto a vivir la libertad e independencia que trae la universidad. “El cambio ha sido para bien”, dice.

Y es que la transición de la escuela a la universidad puede significar uno de los cambios más desafiantes para los adolescentes que ahora pasarán a ser adultos.

Y no solo para ellos sino también para los padres, quienes tienen un papel fundamental en ese proceso. Entonces, ¿cómo la familia puede manejarlo? Para la psicóloga y terapeuta familiar Laura Rivas, el primer paso para los padres es no estar decepcionados porque su hijo/a no sabe exactamente qué quiere hacer con su vida a los 18 años.

“Es común no estar seguro, y por esto, muchas personas cambian de carrera en los primeros dos años universitarios”.

Explica que pueden permitirle al joven que participe en diferentes áreas de trabajo, como si fueran pasantías, para que puedan explorar las distintas áreas laborales sin un compromiso de cuatro años de estudios.

Asimismo, resalta que los padres pueden ayudar a sus hijos estableciendo límites y ajustando las expectativas del proceso universitario. Muchos jóvenes experimentan confusión sobre lo que está permitido o no, dado que ahora son adultos. Aún así, la mayoría de ellos siguen viviendo en casa cuando comienzan a estudiar. De ahí que sea importante sentarse a establecer las nuevas reglas, como la hora de llegada a la casa, deberes en el hogar, y el manejo del dinero.

Además, agrega, hay que ajustar las expectativas de este nuevo proceso. El estudiante estrella del colegio podría experimentar su primera C en la universidad. Otros sentirán ansiedad social al tener que salir de su grupo íntimo de amigos y estar con otros desconocidos. “Es importante crear un sistema de apoyo, donde los jóvenes puedan hablar con sus padres y amigos sobre los nuevos retos que experimentan”. Particularmente para los padres deben tratar de no reprochar porque su hijo/a no tenga un éxito instantáneo. “Es como cuando aprendieron sus bebés a caminar: si les hubiesen reprochado por caerse, nunca hubiesen aprendido a correr”, puntualiza Rivas.

CONSEJOS Para una vida universitaria sana Comunicación. Mantener una comunicación abierta con tus padres, quienes podrían tener consejos valiosos para el proceso. Continuar la relación con los viejos amigos. Aprender de las nuevas personas que conocerán, particularmente de aquellos que son diferentes. Tomar notas en clase. Comenzar los proyectos el mismo día que los asignan. Disfrutar el proceso.