EDUCACIÓN
Calidad educativa: Propuesta de mejora en RD
La educación constituye un sistema bien complejo, dado los factores asociados y los múltiples actores que intervienen en su proceso. Al mismo tiempo resulta ser de gran relevancia en la formación de los individuos y, consecuentemente, de la sociedad.
Esta naturaleza que reviste a la educación le atribuye un valor tan especial, a tal grado que la respuesta a su problemática trasciende una solución mecánica o meramente económica, evocando así el legendario refrán de que “las mejores cosas no se logran con dinero”.
Es por ello que en nuestro caso, República Dominicana, pese a las cuantiosas inversiones que se han hecho en el sector educativo, persiste una baja calidad en la enseñanza y el rendimiento académico, de acuerdo a diversas evaluaciones locales y regionales; como se muestra a continuación.
A nivel local podemos citar la Prueba de Inteligencia Académica Universitaria Dominicana (IAUD) aplicada por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en el año 2005, según la cual el 55% de los estudiantes de nuevo ingreso carecía de competencias suficientes para cursar carreras universitarias.
Otro dato preocupante lo aportó el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT) en el año 2013, cuando reveló que el 70% de los estudiantes de nuevo ingreso del Instituto Técnico Superior Comunitario (ITSC) reprobó la prueba de admisión en el área de Lengua Española; resultando más grave en el área de Matemática, donde reprobó el 90%. En todo caso, las deficiencias que revelan dichas pruebas provienen del nivel medio.
En este orden les invito a hacer el presente ejercicio mental. Si de 100 estudiantes universitarios sólo aprueban 24, es probable que juzguemos de deficiente al profesor, pues, reprobó el 76%; no obstante, si tomamos en consideración que sólo 30 tenían las competencias necesarias para dichos estudios, 24 equivale al 80% del universo calificado, y sólo le habrían reprobado 6, equivalente al 20%, lo que permite evaluar a ese profesor como bueno en promedio, lo cual lo justificaría o reivindicaría, pero esto sólo se logra mediante un análisis justo, consciente e imparcial y objetivo de la realidad, no sesgadamente.
En el año 2000 el LLECE, en su primer estudio, detectó un rendimiento académico bastante bajo en la República Dominicana. El Segundo Estudio Regional Comparativo y Explicativo (SERCE) realizado en el año 2008 reveló que el 31.4% de los estudiantes de tercero de básica no alcanzó el primer nivel en Lectura, en una escala del 1 al 4; en tanto que el 47.8% de los estudiantes de sexto grado quedó en el nivel 1.
El Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo, conocido como TERCE, efectuado en Julio del 2015 y publicado por la UNESCO en el 2016 arrojó como resultado que República Dominicana se encuentra en un nivel muy por debajo de la media en el desempeño en Lectura y Matemática, tanto en tercero como en sexto grado de primaria, en comparación con los demás países estudiados, de un total de quince.
En ese sentido, de una media de 700 puntos, la República Dominicana obtuvo una puntuación en Lectura de 614 en tercero, y de 633 en sexto grado del nivel básico. En tanto que en Matemática la puntuación alcanzada fue de 602 para el tercer grado, y de 622 para sexto. En cada caso se encuentra por debajo del resto de los países evaluados de la Región.
En el otro extremo resulta encomiable el nivel que ostenta Chile, con una posición insuperable por el universo de los países estudiados. En este orden, el puntaje obtenido por Chile fue de 802 y 776 en Lectura, para tercero y sexto grados, respectivamente; y de 787 y 793 en Matemática.
Esta realidad nos lleva a plantearnos la siguiente interrogante: ¿Qué hacer para revertir estos alarmantes resultados de la calidad de la educación en República Dominicana? Al mismo tiempo refleja la necesidad de repensar las políticas gubernamentales de mejora de la calidad educativa hasta ahora implementadas.
Propuesta al sistema educativo dominicano Complementar la Evaluación de Desempeño de los profesores de todos los niveles con una evaluación por resultados, mediante la aplicación de pruebas de contenidos a los estudiantes y luego incentivar a los profesores que hayan logrado mayores cometidos en torno a los objetivos del programa. Además de una reforma educativa que implique la formación en valores, principios y competencias; pues hemos de estar conscientes de que la mejora educativa se logra mediante un proceso complejo que va más allá de la inversión en la infraestructura, alimentación, ampliación de horarios, aumento salarial.
Reforzar la política de promoción de los estudiantes en los niveles Básico, Medio y Superior. Pues, existen dos problemas que, a menudo, han sido tratados como un solo: en primer lugar, muchos estudiantes no están asimilando los contenidos y, segundo, los profesores los están promoviendo sin las competencias requeridas.