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SOCIEDAD

Familia disfuncional: Cuando los padres son el problema

Un hogar disfuncional puede traer consecuencias directas a los hijos. Un ejemplo de ello es el matrimonio infantil.ISTOCK

Un hogar disfuncional puede traer consecuencias directas a los hijos. Un ejemplo de ello es el matrimonio infantil.ISTOCK

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Nathalia RomeroSanto Domingo, RD

Los casos de jóvenes menores de edad que mantienen “relaciones sentimentales” con hombres mayores es una práctica común en el país. Por lo regular, la sociedad condena el abuso por parte de los adultos y también, en otros casos, juzga el comportamiento “poco decoroso” de las adolescentes. Pero hay un punto que pocas veces se toca: ¿Qué es lo que realmente pasa con la familia de esas jóvenes? Muchas veces, los padres son el problema.

En un estudio publicado en 2017, por Plan Internacional, con datos de la encuesta ENHOGAR MICS 2014, en el país el 12.5 % de las dominicanas entre 20 y 49 años se casaron o unieron antes de los 15 años y el 37 % antes de los 18 años. Actualmente, una de cada 5 adolescentes (23.4%) entre 15 y 19 años está casada o unida con un hombre 10 años mayor.

“Aunque muchas personas pueden pensar que una niña se casa o se une porque es libre de decidirlo, el estudio encontró que esa libertad no es tal. El matrimonio infantil forzado es resultado de la violencia intrafamiliar, la expectativa de emancipación o la oportunidad de negociación que establecen las familias como una oportunidad de salida de la pobreza”, resaltó Jeannette Tineo, autora de la investigación.

Ésta es una muestra de cómo un mal manejo de parte de los padres puede causar un problema social.

Para la psicóloga y terapeuta familiar Laura Rivas, estas familias pueden ser catalogadas como familias disfuncionales. En una familia disfuncional, se le pide a los niños que asuman roles de adultos. Un ejemplo de esto es cuando hacen a los hijos responsables del cuidado de sus hermanos menores, ayudar a sostener el hogar sin importar los medios y en algunos casos, cuidar de las relaciones entre los adultos, como es servir de mensajeros entre padres que han peleado entre sí. Aunque puede parecer que esos son niños maduros, estas situaciones imponen ansiedad y estrés que no tienen las habilidades necesarias para manejar.

La psicóloga expone que, las personas que crecen en hogares disfuncionales llegarán a ser adultos sabiendo que su vida no es normal. “Es habitual escuchar cuando llegan a terapia de adultos preguntando si ‘hay familias que son como las de la televisión.’ Dentro de las situaciones que más añoran es poder contar con sus familiares y estar felices de hacerlos parte, que los abuelos estén involucrados con los nietos porque pueden confiar en ellos su cuidado, y cómo son los límites y las relaciones amorosas saludables”. Asimismo, agrega que, otras áreas donde necesitan adquirir habilidades son el manejo del dinero, el autocuidado e incluso, cómo debe verse un hogar, puesto que han crecido en hogares que no se mantenían limpios.

Intervención psicológica En terapia familiar, los problemas de comportamiento o las enfermedades mentales de los niños reflejan a la familia como un todo.

Es por esa razón que los problemas y las soluciones comienzan y terminan con los adultos.

Rivas explica que, muchos padres no aceptan que tienen problemas y comportamientos tóxicos que afectan directamente a sus hijos. No poder admitir que se han equivocado o que tienen la responsabilidad es una característica común de las familias disfuncionales.

“Por esto, rara vez los padres están preparados para aceptar que cuando un niño o adolescente va a terapia es casi siempre por un manejo inadecuado de los adultos”.

¿Cómo tratar psicológicamente a niños que vienen de ambientes tóxicos? Según Rivas, los niños que crecen en familias disfuncionales pueden ser ayudados con intervención psicológica.

El objetivo principal será ayudarles a desarrollar habilidades tales como: emocionales, de comunicación y de resolución de problemas. A través de la práctica pueden subsanar el daño.

Muchas personas aprenden a cuidar ese niño interior y hacer cambios importantes en su vida, resultando en adultos sanos que pueden cambiar su legado familiar.