Ramón Bilbao: un siglo de legado en cada copa

Estuve de cerca celebrando 100 años de historia y excelencia de las Bodegas Ramón Bilbao, una de las casas vinícolas más emblemáticas de España. Amante del vino y de los detalles, al recibir la invitación separé la fecha en mi agenda. Al llegar a The Rooftop 88, de La Bodega, el ambiente era una mezcla de expectativa y emoción. Gabriela Benoit, gerente de marca, y Ana Frías, coordinadora de hospitalidad, no escatimaron en hacer sentir cálida la bienvenida.

El recorrido comenzó con un gesto encantador: un personaje vestido al estilo de principios del siglo XX nos entregó un pasaporte simbólico, marcando el inicio de un viaje en el tiempo. Desde ese momento, la conexión con la historia de Ramón Bilbao fue inmediata. Las instalaciones temáticas, cuidadosamente diseñadas, nos invitaron a participar en una dinámica de pistas y desafíos, mientras aprendíamos sobre los hitos que han hecho de esta bodega un referente en el mundo del vino. 

Cada área era como un museo interactivo, y contaba una parte del legado de Ramón Bilbao: desde su fundación en 1924 en Haro, en el corazón de La Rioja, hasta su consolidación como líder en la enología mundial. La historia cobraba vida ante nuestros ojos y el espíritu visionario de su fundador se hizo presente a través de cada copa de vino.

Una selección exclusiva de etiquetas nos deleitó, y por supuesto que los probé todos. La música del grupo Dhalias, con su fusión de world music, jazz y música alternativa, añadía una atmósfera mágica al encuentro. 

Aprendimos que Ramón Bilbao ha sabido trascender el tiempo y las fronteras con un legado que se ha convertido en sinónimo de excelencia en la enología. Fundada en 1924, la bodega ha logrado consolidarse como un referente internacional gracias a su apuesta por la innovación sin perder de vista sus raíces. Esto se refleja en la creación de vinos que combinan lo mejor de las técnicas tradicionales con un enfoque moderno, adaptado a los nuevos paladares y mercados. 

La firma, no solo ha mantenido su reputación en España, sino que ha conquistado mercados en todo el mundo, siendo un nombre reconocido en América Latina, Europa y Asia. 

Al final del encuentro, algunos afortunados ganaron una botella de Mirto, el icónico vino de la casa, que desde sus primeras notas destaca la maestría de Ramón Bilbao en cada botella. La experiencia nos permitió no solo degustar vinos excepcionales y disfrutar de un momento agradable, sino también ser parte de la historia de una de las bodegas más admiradas del mundo. 

Y si el éxito de un evento se mide por la ejecución impecable y la capacidad de conectar emocionalmente con los invitados dejando la sensación de haber aprendido algo nuevo, esa noche fuimos testigos.

¡Hasta ellunes!