Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

"Maratón de experta"

CRÓNICA LIGERA

Ana Mercy Otáñez

Ana Mercy OtáñezRaul Asencio/LD

Cuando mi amiga y coach Irene Morillo me invitó a participar en el “Maratón de Experta” y hablar sobre el valor de los negocios con propósito, entré en modo “conexión”, pues para mi es importante actuar desde el corazón. Crear emprendimientos rentables desde nuestro propósito de vida es un camino desafiante, pero increíblemente gratificante. Es una perspectiva fascinante en el ámbito del emprendimiento y el desarrollo personal. Es la fórmula perfecta para una empresa trascendental. Desarrollar proyectos desde el corazón, desde nuestra esencia más auténtica, es estar en sintonía con nuestro talento y pasión. Es seguir el camino correcto que nos conecta con lo que nos hace sentir vivos y en armonía con el universo.

Nada es tan gratificante como identificar a tiempo para qué estamos aquí, saber cuál es nuestra misión en el mundo. Nuestra vocación es como una brújula interna que nos guía hacia lo que realmente nos enciende el alma y nos hace felices. Y cuando logramos combinar nuestro propósito con el mundo empresarial, sucede algo mágico: creamos negocios que no solo son rentables, sino también significativos y relevantes.

El camino hacia el emprendimiento con propósito comienza con el autoconocimiento. Necesitamos tomarnos el tiempo para explorar quiénes somos realmente, qué nos mueve y qué queremos lograr en este planeta. Esto implica mirar hacia adentro, reflexionar sobre nuestras pasiones, valores y habilidades únicas.

Una vez que tenemos una comprensión clara de nuestro propósito, el siguiente paso es encontrar la intersección entre esa intención y las necesidades del mundo. ¿Qué problemas podemos resolver? ¿Qué necesidades podemos satisfacer? Esta es la base sobre la cual construiremos nuestro negocio.

No se trata solo de ganar dinero. Se trata de crear valor real para nuestros clientes y para la sociedad en su conjunto. Eso significa enfocarnos en ofrecer productos o servicios que no solo sean excelentes en términos de calidad y utilidad, sino que también estén alineados con nuestros valores y contribuyan al bienestar colectivo.

Por supuesto, igual que cualquier negocio, necesitamos un plan que nos guíe en nuestro viaje empresarial, que establezca metas claras y estrategias concretas para alcanzarlas. Pero más allá de los números y las proyecciones financieras, nuestro plan debe ser una expresión de nuestro propósito más profundo, un mapa que nos lleve hacia la realización de nuestros sueños más grandes.

Los pilares del éxito se logran cuando no olvidamos la importancia de ser auténticos y apasionados en todo lo que hacemos. Porque al final del día, la pasión es lo que nos impulsa a seguir adelante cuando las cosas se ponen difíciles, y la autenticidad es lo que nos diferencia y nos hace únicos en un mundo lleno de imitaciones.

¡Con Dios!

Tags relacionados