La magia de lo nuevo

De Cerca

Celeste Pérez.

Celeste Pérez.Víctor Ramírez/LD

Los niños son maestros de la gratitud, la abundancia y la felicidad. No dejan de sorprenderse con cada detalle de lo que para muchos puede ser cotidiano. Celebran sus pequeños logros y están siempre dispuestos a tocar, experimentar y conocer. Ojala, de adultos, pudiéramos disfrutar cada principio de año como lo hacen ellos en sus primeras veces.

En un mundo acelerado, donde la rutina puede eclipsar la maravilla de despertar a diario, olvidamos que la vida está llena de momentos únicos, de primeras veces que nos invitan a sumergirnos en el atrevimiento porque en cada primera vez radica la riqueza de nuestro crecimiento personal, emocional y espiritual.

Estamos estrenando un nuevo año que representa un lienzo en blanco para diseñar nuestros pasos. Recordemos que cada primera vez implica un aprendizaje, incluso en los momentos de desafío.

Al mirar hacia atrás, estos momentos se convierten en puntos de referencia en nuestra historia personal, dotando a nuestra vida de significado.

La mente infantil está constantemente en búsqueda de estímulos nuevos. Cada descubrimiento es como un tesoro que alimenta su curiosidad innata.

La falta de comparaciones previas permite que cada primera vez sea una experiencia única y emocionante. No tienen un punto de referencia para evaluar o juzgar, lo que les permite sumergirse completamente en el momento presente. Esta libertad de prejuicios y expectativas crea un espacio donde la emoción florece sin restricciones.

Esta capacidad de los niños es un recordatorio encantador de la maravilla intrínseca en las experiencias nuevas. Al observar el mundo con ojos frescos y corazones abiertos, nos inspiran a redescubrir la magia en los detalles aparentemente simples y a abrazar cada nuevo comienzo.

En este 2024 fomentemos la alegría, y no perdamos el asombro y la emoción. Dejemos la prisa para detenernos a estar presentes en el tiempo presente. Cada vez que sale el Sol tenemos una nueva oportunidad para crecer, para aprender, para amar y perdonar, entonces, es sabio aprovecharla. El mañana seguro traerá su propia agenda. Lo dice alguien a quien le ha costado lágrimas entender que solo el tiempo de Dios es perfecto... 

Bendiciones en esta nueva etapa, apreciada comunidad.

¡Hasta el lunes!

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