CRÓNICA LIGERA
¡Las mujeres tenemos algo más que belleza!
En cada marzo veo como hay decenas de instituciones, empresas, políticos, empresarios, artistas y toda una sociedad se unen para reconocernos por ser el mes dedicado a nosotras.
Sin embargo, las mujeres nos hemos ganado un espacio especial en la sociedad y en el mundo, hemos demostrado que somos un más que un cuerpo de medidas exactas y belleza, por lo que un día, un mes o un año dedicado a nosotras no es suficiente para reconocer lo que hemos aportado a lo largo de la historia al desarrollo del planeta.
El Día Internacional de la Mujer, es una noble conmemoración que marca el nacimiento de nuestras luchas y fortalezas como género. Las mujeres que perdieron la vida en esa fábrica en EEUU, fueron las que nos trazaron el camino de nuestras reivindicaciones y las generaciones siguientes nos hemos encargado de seguir combatiendo y hacerle honor a su sacrificio. Desde ahí ha sido toda una travesía, vamos de batallas en batallas por reclamar lo que nos hemos ganado.
El tiempo ha pasado y no dejamos de tener obstáculos y desventajas, aunque muchas de estas, como la primera, han servido de motor inspirador para seguir innovando y emprendiendo, posicionándonos a base de coraje, fuerza y mucho corazón.
Posición
Paso revista a lo que como género hemos alcanzado y celebro ver, como desde todos los estamentos de la sociedad se han abierto las puertas a la creatividad, productividad y eficiencia femenina. Han sido nuestras actitudes, liderazgo, firmezas y acciones ante las necesidades que requiere el campo profesional que hoy nos posicionamos en niveles gubernamentales, económicos y sociales.
Somos imprescindibles en todos los procesos de toma de decisiones… Ha sido nuestra capacidad que nos ha permitido alcanzar la cúspide del poder y la alta gerencia, poniendo nosotras nuestros conocimientos técnicos y profesionales al servicio de la nación. No hay una rama donde no hayamos aportado, las mujeres hemos contribuido en los avances y desarrollo de todas las áreas del saber.
Reconozco
Si algo valoro de las mujeres que he tenido como guía y maestras, así como de las que han dejado huellas, es su capacidad de resiliencia, su calidad humana para formar mujeres empoderadas y líderes, enseñándonos a tomar decisiones basadas en acciones que tienen como fin satisfacer nuestra alma. Me forjé con mujeres que no toleran imposiciones ni conocemos de lamentos ni de negatividad…
Estoy dentro de las que se esfuerzan por tener una vida plena, satisfactoria, feliz, que nos permita alcanzar metas, complacer nuestro corazón y aportar al mundo. Nuestro género debe seguir asumiendo nuevos y mayores desafíos. ¡Es un honor ser mujer!
¡Con Dios!