CRÓNICA LIGERA
La armonía deseada
Una de las ventajas de creer en la edad, es que aprendemos a prioriza personas, situaciones o cosas, por experiencia conocemos a quienes nos alteran interiormente y nos quiten la paz, pero eso no basta si no accionamos, cosa que logramos cuando como adulto sensatos ponemos en práctica lo que hemos aprendido a lo largo de nuestra existencia, para tener la capacidad de quitar de nuestro camino a quienes nos provocan intranquilidad o algún malestar.
Saber identificar a quienes irrumpen nuestra paz es un paso importante para vivir nuestra cotidianidad. Es nuestra responsabilidad cuidar nuestra salud mental, estabilidad emocional y nuestro bienestar. Que el llanto o el lamento no nos cieguen, sino que nos sirvan de impulso para ser capaces de soltar o quitar del medio lo que nos desconcierte o nos agite, porque definitivamente, nadie asume como propios nuestros momentos de dificultad.
Perder la paz
Para vivir en la armonía deseada debemos trabajar diariamente en ella, lograr calma y equilibrio debe ser una prioridad, esta la alcanzamos cuando nos aceptamos y comprendemos que debemos trabajar en nosotros desde nuestro interior hacia lo exterior, sólo así aprendemos a establecer los límites correctos entre nosotros y quien o quienes atentan contra nuestra paz, lamentablemente es en nuestra familia o en nuestro lugar de trabajo donde enfrentamos a personas o situaciones que más nos indignar…
Lo doloroso de entrar en este tema es que la mayoría cree o piensa que es culpa de otros vivir en incertidumbre, le ponemos nombre y apellido a quienes creemos culpables de lo que sentimos, sin embargo, la paz, como la felicidad están en nosotros y no en manos de otros.
Dejemos de salir a buscar fuera lo que tenemos dentro, calmemos nuestros demonios internos y luego trabajemos en lo que queremos ser y proyectar... Busquemos ayuda profesional de ser necesario o espiritual, en grupos de oración y de apoyo, no es fácil, porque muchas de las situaciones que nos desequilibran solo existen en nuestra mente y solo podemos verlas y sentirlas nosotros, esto nos hace entender que somos los únicos responsables de nuestra estabilidad emocional y debemos tomar conciencia de ello para estar en armonía con nuestro ser.
La aprobación es nuestra
Hablar sinceramente con nosotras mismas nos ayudará a concentrarnos y hacernos un análisis sincero sobre nuestras inquietudes, ayudándonos a afianzarnos y a no gastar energías en las luchas internas e innecesarias que vivimos solas. Dejemos de existir como pez fuera del agua, por querer adaptarnos a las exigencias de un mundo cambiante al que no pertenecemos, pero que nos impone forma de vivir, actuar y proceder y del cual solo buscamos aprobación...
¡Con Dios!