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Especial de San Valentín

Letty Rivera y Manuel Castillo: una auténtica historia de amor

Manuel Joaquín Castillo y Letty Rivera de Castillo.

“Valoramos cada momento juntos” fue la frase que dio el título a la entrevista realizada a la pareja Letty Rivera y Manuel Castillo. “La mutua admiración ha sido pilar en nuestro matrimonio”, confesaron durante el encuentro, y sin duda lo sigue siendo. En ese entonces con 21 años de casados, hoy con 27, su relación sigue fuerte y estable.

Aquí la entrevista original:

Manuel Castillo y Letty Rivera han sido protagonistas de una historia que merece ser contada. Solemos creer que el amor verdadero solo tiene escenario en las películas románticas, ¡pero no!, en la vida real también existen estas parejas que hacen del matrimonio un sacerdocio y disfrutan su vida de casados.

Para muchos el matrimonio es una promesa que “se perfecciona con el tiempo”, para otros es mucho más que sólo dos personas acompañándose en el camino, para los protagonistas de esta edición, Letty Rivera y Manuel Castillo, el matrimonio ha sido la mejor decisión que ambos hayan tomado.

La feliz pareja coincide cuando sostiene: “Dios nos ha permitido disfrutar de una relación hermosa donde no existe la competencia, la discordia ni el egoísmo. A través de los años hemos aprendido a valorarnos cada día más, a amarnos verdaderamente y a disfrutar de nuestra familia”.

Michelle Fernández, una amiga en común de La Vega, los presentó a través de una conferencia telefónica. A la fecha la pareja ha procreado tres hijos: Gino, Ximena y Manuel André.

“Juntos disfrutamos a plenitud de las cosas grandes y de las más simples de la vida. En nuestra relación predomina el amor y el respeto. Odiamos la monotonía. Creo que es parte de nuestro éxito como pareja”, dice Rivera.

De los recuerdos más atesorados está el de sus bodas. Una por el civil, celebrada en casa del hermano de la novia, Tony Rivera, en 1995. Y la segunda en el 2000, que tuvo como escenario La Catedral Primada de América.

El tiempo ha sido testigo de su desarrollo y madurez como pareja y como padres. Confiesan que se disfrutan el uno al otro con complicidad. Ella aun recibe las cortesías propias del noviazgo.

En sus agendas personales, y pese a los múltiples compromisos, siempre hay espacio para planear algunos momentos juntos. “Siempre sacamos tiempo para nosotros. Hacemos muchas cosas para divertirnos, paseamos, salimos de viaje al exterior, sobre todo a New York, que la hemos declarado nuestra ciudad. Allá vamos al teatro, caminamos de la mano, conocemos lugares, visitamos los museos, tiendas, shows... Tenemos una debilidad que son los restaurantes, siempre tratamos de conocer uno nuevo. Normalmente nos juntamos con amigos y compartimos mucho con nuestros hijos. Nos gusta cocinar, ver series. En fin, hemos aprendido a valorar cada segundo juntos”, explica Rivera.

“A las parejas jóvenes siempre les digo que lo más importante es casarse enamorados. Yo les exhorto a buscar personas afines que se parezcan a ellos y a no negociar un tiempo de calidad solo para dos”, dice Castillo.

Coinciden en que la pareja es complemento y compañía, y a través de su relación promueven la armonía y la humildad.

Al ser cuestionados sobre los recuerdos que conservan del matrimonio de sus padres, se hizo imposible ocultar la emoción.

“Nací en un lugar privilegiado. En mi casa de La Vega, era la menor de seis hermanos, pero vivía prácticamente sola con papá y mamá. Solo compartí mi infancia con mi hermana Janet, ya que mis hermanas mayores vivían en el exterior. Mi casa era un paraíso y la dulzura que se respiraba era única. Mis padres tenían una relación armoniosa. Papi hacía lo que mami quisiera para complacerla, él era todo un caballero. Así que tuve una de las mejores escuelas para el matrimonio”, cuenta Letty Rivera.

Manuel Castillo recibió lecciones de unión familiar que aún pone en práctica. “Recuerdo muchos episodios de momentos bonitos vividos en nuestra casa. Siempre nos inculcaron la unión familiar como uno de los más importantes valores”.

Letty Rivera ha sido catalogada por varias ediciones de moda y expertos en estilismo, como una “dama ícono de moda”. Sus redes sociales y blog personal se han convertido en una plataforma de orientación sobre el tema, así como una guía de restaurantes y lugares de tendencia, viajes y estilo de vida.

Rivera confiesa que recibe de su esposo un apoyo incondicional para desarrollar esta pasión por la moda.

“Mi esposo tiene un ojo increíble para el buen gusto en todos los contextos. Él me puede comprar ropa sin que yo esté presente, y acierta. Siempre está pendiente de mí. Él es un esposo maravilloso”.

Para sus hijos desean que al momento de elegir pareja estén enamorados de personas afines a ellos, para que construyan un hogar donde reine la química.

“Algo muy importante que fomentamos en ellos es que aprendan a disfrutar con lo que hay en el momento, ya sea con lo mucho o con lo poco. Que sean agradecidos con la vida. Que eduquen sus hijos con humildad y sin arrogancia, y que se ganen la confianza se sus hijos”, concluye la pareja de esposos.