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CRÓNICA LIGERA

Grandeza: Mi palabra para este año

Ana Mercy OtáñezSanto Domingo

Desde hace algún tiempo defino mi camino al inicio de cada año, uso palabras o frases, que definen el rumbo que quiero seguir, La decisión final no es mía porque hago todo bajo la cobija divina de nuestro Señor.

Reconozco lo que quiero, que no siempre es lo que necesito, por lo que asumo con responsabilidad lo que elijo. Este edificante ejercicio lo realizo basado en mis aspiraciones, sueños y metas personales.

Defino mi rumbo con una palabra o frase y la convierto en mi guía. Así trazo mi trayecto durante este periodo. Cada comienzo trae consigo un sin número de acciones que me ayudan a enfocarme y delinear mi camino durante los 365 días que componen el año.

Al elegir la frase o palabra guía, tomo tiempo y busco espacio para una introspección, esto no es una moda ni un término bonito, tampoco un “hashtag” o adornos para nuestras publicaciones. Es una acción que asumo con consciencia y sustenta todo mi proceder.

Mi experiencia

Desde que hago este ejercicio he encontrado decenas de motivos para recomendarlo a otras personas. En mi experiencia busco palabras o frases que definan el momento justo que estoy viviendo, tomo en cuenta mis necesidades, aspiraciones y deseos personales y profesionales para los próximos meses.

Lo ideal es, que las que elijamos se conviertan en la bujía inspiradora para trabajar diariamente por lo que queremos lograr. El mayor beneficio de usar palabras para nombrar o definir el año, es que nuestras metas no solo se queden en una lista de sueños o en nuestras mente, razón por lo que en la mayoría de los casos no se cumplen, por no tener definido hacia donde queremos ir, ni saber qué exactamente queremos lograr.

Esta práctica me ha ayudado a encauzarme en el camino correcto hacia lo que quiero alcanzar y a no desviarme de mis resoluciones, no es elegir por elegir, es reconocer hacia donde enfocarnos.

Grandeza

“La grandeza de un hombre, no se mide por lo que en su ambición sabe ganar, se mide, por lo que con humildad, sabe dar…” Ahí se define mi propósito de vida, mi deseo de agregarles valor a las personas, inspirarlas y ayudarles a conectar con la “grandeza” de su alma y vivir desde la autenticidad de su corazón…

Me satisface poder cooperar con otros y ayudarles a descubrir sus riquezas internas, porque a este mundo nadie llega vacío. Es un proceso bonito que se trabaja con las fortalezas y las virtudes. Toma lápiz y papel y define tu año, encuentra tu misión de vida, sirve, ayuda y da... es igual a felicidad.

¡Con Dios!

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