Que 2023 traiga amor, sanidad y trabajo.

Ya pasamos la navidad, la fiesta del amor de Dios que desborda nuestras ilusiones y preguntas porque está naciendo en nosotros una nueva mujer un nuevo hombre junto a Él. Con esa ternura recibimos en nuestros corazones al hijo del “Verbo que se hizo carne”, trascendente y amoroso que nos hace mirar el futuro con esperanza.

El espíritu de la navidad debería permanecer por siempre en nosotros porque nos lleva a valorar más al ser humano, a cohabitar como verdaderos hermanos, nos enseña a vivir desde el servicio y el amor.

Razones para vivir

Lo gratificante de existir es cuando encontramos propósitos para ello. Estamos en la puerta de comenzar a transitar por un nuevo y desafiante año 2023.

Los expertos dan análisis nada halagüeño como cada año y es cuando debe entrar la determinación en nosotros de ver que todas las situaciones negativas se transforman en aprendizajes para un mejor futuro comenzando en confiar en sí mismo, en sus potencialidades. Por más que digan que la economía no será muy amigable lo importante es que eso no te paralice por el miedo. Los desafíos hay que asumirlos con creatividad y más aún con fe.

Es echarle manos a los conocimientos adquiridos, al sentido común, y sobre todo a la esperanza, la que viene dada por Dios.

Lo mejor siempre llega

Hay que tener siempre la disposición positiva que motive las mejores acciones, para así emprender nuevos proyecto o afianzar lo que tenemos con la plena convicción de que Cristo siempre estará presente y con sabiduría y discernimiento con esfuerzos y disciplina se obtendrá el éxito deseado. Cuando nos enfocamos en lo que queremos las cosas se desarrollan para bien, siempre hay luz al final del camino.

Estemos más unidos

Que esté 2023 sea un año de trabajo, de sanidad, de quietud espiritual que estemos más unidos y comprometidos con la familia y con la comunidad.

Que la indiferencia por el hermano se transforme en amor, solidaridad y empatía. Proponernos que donde no hay calor humano llegue el cálido abrazo. Mis deseos es que brillen con todas las estrellas en sus corazones, con la fe de que todo será posible de la mano de Dios. Que el perdón y la gratitud permanezcan siempre. Ustedes mis queridos lectores son el mejor regalo.

¡Feliz año nuevo!