Crónica Ligera
¡Las vacaciones termómetro de que el mundo sigue sin nosotros!
Hace unos días tomé mis vacaciones correspondientes al año 2021, casi siempre tengo días de asueto o de descanso acumulados. Un grave error del que siempre nos percatamos cuando nos sobreviene una situación de salud que nos aísla…
Yo lo descubrí así, y valoré mucho más todo lo que soy capaz de hacer cuando mi inmunidad está en condiciones adecuadas. Quería hacer cosas, ir a lugares y no podía. Pese a que sabemos la importancia de las vacaciones, no las aplicamos debidamente.
Vamos muy rápido por la vida, nos hemos acostumbrado a tener la agenda llena de cosas que muchas veces no son necesarias para nuestros objetivos, pero nos satisface sentirnos personas importantes, ser parte de la sociedad que sólo conlleva a una presión social que, “nos va a matar”
Tomarnos un respiro, saber cuándo parar o simplemente descansar es un requisito indispensable para tener buena salud física y mental, es una recomendación hechas miles de veces por los especialistas en diferentes áreas de la medicina, quienes viendo el rumbo que hemos tomado nos advierten sobre los beneficios de reposar y detenernos, sin embargo, cada vez son más, los “Workaholic” entre los que me encontraba, que priorizan compromisos laborales a sus responsabilidades consigo mismo, entre lo cual está cuidarse, atender a los llamados del cuerpo y a los cambios visibles que nos anuncian episodios desagradables.
¡Viaje, paseé y desconectese!
Irnos de vacaciones es el mejor termómetro para percatarnos que el mundo sigue girando sin nosotros, el trabajo abre en el mismo horario, cumple sus funciones y continúa. La familia vive normalmente bajo sus mismos esquemas de compromisos, roles y funciones. Si los hijos crecieron son los que más rápido se adaptan; lo propio pasa con nuestra pareja, con nuestros amigos y con nuestro entorno en sentido en general.
Dejemos de ser seres creídos, súper héroes o heroínas, entendidos de que el mundo siempre nos necesita. La realidad es que, con parar unos días, no detendremos el ritmo del mundo, pues tampoco pasará cuando lo dejemos de manera definitiva.
¡A más vacaciones, más vida!
Estudios realizados por importantes universidades demuestran que las personas que toman descansos y vacaciones, tienen una vida más larga. Las vacaciones disminuyen el nivel de estrés, tienen un efecto protector ante la depresión, mejoran la calidad del sueño y del sistema inmune, aumentan la productividad, la creatividad y la concentración y favorecen el estado de ánimo. Soltemos definitivamente el desubique de creernos imprescindibles y seamos más razonables. Trabajemos en ser nuestra mayor prioridad, cuidémonos. Sólo tenemos un cuerpo y una vida.
¡Con Dios!