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CRONICA LIGERA

Aquí y ahora…

Ana Mercy OtáñezSanto Domingo

Hace unos meses, de repente la vida me paralizó, sin yo querer me aquieté, uno de los aprendizajes que tuve fue que ningún momento es tan interesante como el que estamos viviendo aquí y ahora. Ni antes ni después, el presente es el escenario ideal para vivir; sin embargo, nos damos cuenta cuando el mundo se nos vira.

Nos concentramos tanto en el pasado y nos preocupa de tal manera el futuro, que ponemos nuestra energía pensando en lo que no pudo ser y no fue, también haciendo planes para lograr en el futuro. Obviamos si nuestro presente es mejor y nos está preparando mejores oportunidades que las que planeamos. Dejamos de lado el aquí y ahora, tanto así, que nuestra concentración en la mayoría de los casos está fijada en satisfacer necesidades ajenas y no las nuestras. Nos enfocamos en la meta y nos olvidamos de disfrutar el trayecto.

Agenda

Es una realidad preocupante, pero lo es más cuando ni siquiera lo tomamos en cuenta para debatirlo. Hablamos mucho sobre el valor del presente, pero solo lo ponemos en práctica cuando las circunstancias nos obligan. Con la prisa con la que nos conducimos relegamos nuestras satisfacciones obviando las cosas que nos gustan, para cumplir con las exigencias que nos impone la sociedad.

Lamentablemente, no medimos el éxito personal, cuando en realidad es el lograr una vida armónica con nuestras convicciones, pero creemos que más bien va con la realización de todos nuestros roles. Andamos por la vida cargados, con la agenda llena, con los compromisos nuestros, de nuestros hijos, del esposo, de la casa, del trabajo, de todo… Entonces, sufrimos de estrés, seguimos por la vida sin detenernos, sin mirar los detalles, sin atender lo que hace la diferencia entre un día y otro.

Es preciso vivir el hoy. Un día esperé con ansias demostrarle a un amigo que no había olvidado su cumpleaños, lamentablemente fui sorprendida al encontrar temprano en la mañana su esquela, en este diario. No quiero recordar mi dolor y angustia…

No me despedí, tampoco le expresé lo que quería decirle... olvidé que el tiempo pasa muy rápido y que a veces no lo disfrutamos. Hoy, es el tiempo correcto para ser feliz, para vivir, para disfrutar, para estar al lado de los seres que amamos, para expresar nuestro sentir y luchar por lo que nos motiva a vivir. Si deseas hacer algo, ¡hazlo!

Si estás en el trabajo equivocado, ¡cambia! Si dentro de ti vive un espíritu reprimido ¡déjalo salir!, Si lo que quieres es darle un giro a tu vida, ¡atrévete! El momento apropiado siempre será ¡ahora! Porque, ¡El presente es regalo de Dios!

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