CRÓNICA LIGERA
¡Escribir libera emociones!
Cuando descubrimos lo que podemos lograr con la escritura, aprendemos a valorarla en su justa dimensión. Escribir es una terapia psicológica que nos permite expresar nuestros sentimientos, al tiempo que liberamos nuestras más impenetrables emociones.
¡Amo escribir! Es un ejercicio liberador que realizo desde muy joven, suelo anotar lo que veo, lo que siento, lo que me gusta, pero sobre todo mis aprendizajes. Para mí, es una forma práctica de darle rienda suelta a nuestros conocimientos.
Escribir como terapia es una herramienta que inició como un procedimiento de la psicología, hoy es una técnica importante en áreas como el coaching. Uso libretas y bolígrafos por donde quiera que me muevo, acostumbro a realizar apuntes emocionales, ideas, desahogos y elogios que me han ayudado a sanar, pues las palabras escritas nos ayudan a afianzar lo que pensamos sobre nosotros mismos y sobre determinadas situaciones. ¡Antes de insultar a alguien, escriba lo que va a decirle... y cuénteme qué pasa!
¿Plasmar lo que sentimos?
Al escribir lo que sentimos desarrollamos un momento de intimidad con nosotros mismos que nos libera del miedo y de las ataduras... Es una forma maravillosa de obtener libertad emocional.
Escribir a mano nos ayuda a dejar salir nuestros pensamientos más reprimidos, esos que ocupan espacios en nuestro corazón y que bien podemos dedicar a sentimientos sanos que nos llenen de amor y energía. ¡Escribe para ti! No es una obligación compartir tus textos con otros.
Lo mejor que nos puede pasar es lo que produce en nosotros apuntar ideas sin atadura, es aprender a jugar con las palabras, dejando volar nuestra imaginación, entonces, entramos en una etapa distinta que nos permitirá conocernos mejor, sacando desde lo más profundo de nuestro corazón todo lo que llevamos dentro, que puede ser: rabia, dolor, odio o envidia; mientras habrá quienes lo hagan desde el amor, el agradecimiento, la satisfacción y los deseos. ¡Lo que sentimos es individual!
Ejercicios
Hay decenas de formas que nos permiten liberar emociones a través de la escritura cada quien debe hacerlo a su estilo, lo primero es que debemos dejar de asociar la escritura como terapia con la de inspirar o motivar.
Mi recomendación para quienes no tienen práctica es que se inicien en un espacio tranquilo sin interrupciones, pueden empezar escribiendo un diario, en una libreta colorida donde dejen plasmado sus reflexiones, vivencias y pensamientos bonitos, hacerlo diariamente, escribiendo todo, pequeño, grande o simple, así creamos el hábito.
Mi elección preferida para sanar las heridas del alma es escribir cartas (que nunca envío) me liberan y me ayudan a recibir a quien llega o a despedir al que tiene que irse.
¡Con Dios!