¿Cuántas mentiras te has dicho?

Es posible que durante nuestra existencia nos hayamos dicho decenas mentiras: que si somos torpes, feas, gordas, muy flacas o poco talentosas, solo por mencionar algunas etiquetas, que en la mayoría de los casos nacen en el seno de nuestras familias, o son influenciadas desde la escuela o en nuestro entorno.

Las mentiras que nos decimos son acciones que no están bajo nuestro control, porque en su mayoría son términos que nos tachan, que nos marcan y de tanto repetirlos se convierten en creencias, estas nos convierten en seres humanos cohibidos, tímidos o cerrados, con poca auto estima y valoración, lo que nos hace mujeres con una mentalidad limitante que nos destruye la confianza en nosotras mismas, acabando nuestro amor propio.

De ahí es que somos capaces de aguantar, confundiendo amor con maltrato, limitación mental con vacíos existenciales, y un largo etcétera.

Mirate al espejo

Lo ideal es que aprendamos a escucharnos a nosotras mismas, nuestros pensamientos son los responsables de cómo actuamos. Mirémonos con detención en el espejo y en una franca conversación con “mimismas” valoremos con determinación quienes somos. Aprendamos a tener intimidad con nosotras mismas, ese momento es el ideal para analizar por donde vamos, si en realidad somos lo que soñamos ser?,

Si de verdad estamos siendo felices o estamos viviendo la vida que siempre anhelamos? Al respondernos estas interrogantes, sabemos que vida vivimos, porque para dejar de vivir en el mundo que otros crearon para nosotras debemos conocernos en profundidad y dejar atrás todas las mentiras que con intención o no nos inculcaron sobre lo que tenemos o sobre lo que nos falta.

Definitivamente, somos nosotras las únicas a cargo de lo feliz que somos y en trabajar para convertirnos en quien de verdad queremos.

Nunca es tarde…

Aunque muchos de nuestros padres y tutores nos marcaron con algún mote o decisión sobre qué hacer o donde ir, nunca es tarde para hacer lo que siempre hemos querido. Hoy en día, hay decenas de métodos, libros y profesionales a nuestro alcance que nos pueden ayudar a identificar las mentiras que nos han dicho y que nosotros hemos creído, y que tanto daño nos han hecho. Nada es tan importante como mantenernos fieles a nosotras mismas, a lo que sentimos, queremos y soñamos.

Deshacernos de creencias limitantes que han crecido con nosotras es un proceso de cambio que lleva tiempo, pero no debe darnos miedo, aunque las mentiras nos hacen esclavas de estas. En realidad necesitamos desarrollar una relación más empática con nosotras, menos rígidas, exigentes y críticas, sólo así estaremos listas para aceptar con criterio nuestra la real versión y dedicarnos a ser felices.

¡Con Dios!