¡La elegancia con estilo propio! Mandamientos que no se deben romper

Todos los seres humanos poseemos nuestro propio estilo, gracias a él conseguimos proyectarnos de forma única y original. Siempre digo que con nuestro estilo resaltamos cumpliendo perfectamente las normas que nos exige el mundo dentro del entorno social o laboral.

Muestra es que solo vemos o recordamos personalidades destacadas en cada una de sus áreas, con estilos diferentes, elegancia personal y llevando correctamente las normas de la etiqueta y el protocolo. Si no fuese por aquello que nos diferencia de los demás, el mundo sería sin duda un lugar poco interesante.

Buenos modales

Recuerdo siempre unos consejos de mi querida doña Antonia Vázquez de Freites (Educadora de las buenas maneras, la etiqueta y el protocolo social, diplomática) y de quien tuve el honor de ser uno de sus alumnos: Debes comportarte de acuerdo al lugar y al evento donde te encuentres, sin que por ello pierdas la elegancia de tu personalidad. La forma correcta de comportarnos habla de nuestra educación y con esto marcamos nuestro sello. Al salir a la calle damos muestra de civilidad, amabilidad, humanidad y lo amplia de nuestra cultura. Es en este primer espacio ‘‘en común’’ de la ciudad donde demostraremos compostura.

Los buenos modales no son exclusivos de un sector, clases social, de tener dinero, no son modas o tendencias, es algo de uso siempre que tenemos que conocer y aplicar en cada momento. Las normas de Etiqueta y Protocolo nos brindan confianza, seguridad y fortaleza en cada relación interpersonal o laboral.

La elegancia está enmarcada en los buenos modales y es una belleza que nunca se desvanece. Mi madre decía que para lograrlo hay que caminar por los senderos de la humildad y la sencillez, porque lo que creemos que no se nota, es lo que más se ve.

Hay algo en la interacción personal, con quienes te cruzas en un espacio de tiempo, en el trato de amigos o con los compañeros de labores y es el comportamiento que presentas, el cual llevará a que te respeten, te traten y te recuerden. De ahí el cuidar la percepción que puedan tener de nosotros. El lenguaje no verbal influye mucho en esto.

Desarrollo personal

La educación, la cortesía y las normas establecidas son herramientas o llaves que permitirán abrir las puertas del éxito en tu desarrollo personal y profesional. No son reglas acartonadas, las buenas relaciones y el comportamiento adecuado hacen los ambientes agradables, y ayudan a crear las relaciones que de seguro impulsaran en los liderazgos amistosos comerciales o con compañeros.

Muchas de esas palabras mágicas, llaves, herramientas o mandamientos que debemos tener y nunca romper son: por favor, con permiso, gracias, disculpe, sería tan amable de…, a sus órdenes, ¿le puedo ayudar? bienvenido, gracias por acompañarnos, unidos a su sentir, un placer, hasta luego…

Recordemos siempre que ser elegante no es tener dinero ni ser bonito, que es cuestión de estilos y normas, de pensamientos y acciones. El ordinario se cubre, el rico se adorna, pero el elegante se viste.