La imagen perfecta de una secretaria

Vamos celebrar el día de las encargadas de nuestras oficinas, la mano derecha que nos asisten en las funciones de la empresa. Cómplices de los empleados para lograr un favor personal o de proyectos con el principal ejecutivo. Caracterizadas por su buena y empática educación, cortesía, buenos modales. Organizadas, con habilidades comunicativas, de naturaleza proactiva, de gran iniciativa y energía positiva.

En sus conocimientos está el manejo del protocolo empresarial, cuidadosa de detalles para los relacionados, clientes, socios, y de su jefe y sus familiares. Con disposición siempre de planificar y coordinar actividades que estén vinculadas con la presencia del ejecutivo y vigilar que esté presente y a tiempo. Su discreción, actitud asertiva y la pronta respuesta con orientación al cliente interno y externo serán llaves que la mantendrán en su posición.

Hoy con mayor jerarquía denominándolas asistente ejecutiva o de despacho del director, ministro, de la presidencia o dirección ejecutiva… cargos que las distinguen de las demás y que también llevan mejores salarios y condiciones laborales.

El manejo correcto de la agenda, de documentos y archivos, el conocimiento de las operaciones son parte de las funciones y tareas, que con capacidad y responsabilidad realizan las secretarias.

No importando las operaciones de su departamento y con quienes le toque realizarlas, debe de cuidar su imagen de la forma más correcta posible. Siempre he creído que la actitud es llave de éxito, y que, acompañada de buena educación y cuidada imagen, sin extravagancias, demuestran lo que muchos denominan como ¨tú tienes clase¨, yo le llamo ¨elegancia¨. La actitud es el nivel más profundo de la imagen personal, la base en la que se sustenta el éxito de nuestra vida.

La imagen de la secretaria estará asociada al ejecutivo para quien trabaja, y a la entidad que representa. Es por lo que debemos cuidar la forma en que nos vestimos para nuestras labores. Esta es la primera comunicación con el cliente, sinónimo de poder directivo.

Vestir discreta pero favorecedora, resaltando fortalezas y eliminando desventajas. Los colores, los cortes de los diseños de vestuarios, con líneas clásicas adaptadas al estilo propio de moda, resulta la elección más conveniente para proyectar la imagen femenina y profesional dentro del entorno laboral.

Con pasos firmes y seguros, de rostro erguido, sumir o encoger el vientre. Aunque parezca gracioso, y no sea lo que se busca, vamos a darle un toque de pasarela al caminar. Esta práctica puede empezar con una sonrisa de incredulidad, pero se hace parte de la personalidad.

La forma de sentarse y ponerse de pie, un tono suave y correcto al hablar, comentarios nunca relacionados con temas internos del despacho que representa o de la institución para la que labora. Una sonrisa, es la mejor forma de proyectar la imagen a los demás, acompañada de la cortesía de un saludo.

El corte y color del cabello, el peinado, las manos, los accesorios a usar (aretes, reloj, cartera, espejuelos de sol, bolígrafos paraguas, collar, pulsera, broche) siempre discretos; los adornos de nuestro escritorio, el largo de la falda, de las chaquetas, ropa descosidas, el uso de los calzados, los escotes, el uso de ropa deportiva, los altos colores o brillos, el maquillaje… son muchos de los pequeños detalles que hablan de la personalidad, determinando a veces si es merecedora de la posición o no.

Destaca tu ingenio, simpatía, dedicación y solidaridad dentro de la empresa, logrando un mejor lugar. Mantente siempre con actitud y recuerda que detrás de una gran secretaria, siempre hay un gran jefe.