De Origen Noble: “Don” y “Doña”

En varios lugares del mundo hemos escuchado denominar al caballero como “Don” y a las damas como “Doña”. Este uso se le aplica aquellas personas de ciertos estatus económicos o jerarquías de trabajo; en mi casa escuche y después por experiencia de vida, que no todo el mundo podía ostentar este título por más dinero que pudiera tener, “El hábito no hace al Monje”.

¿Cuál es su origen? ¿Quiénes en verdad pueden ostentarlo?

Según datos, “Don” proviene del latín “dóminum” o “dóminam”: “dueño” o “dueña”. Refieren al que tiene posesión, potestad, poder sobre algo o alguien. Supuestamente viene del latín medieval, antes del siglo X. En la Edad Media existía un sistema feudal: una persona con poder absoluto.

“Don” y “Doña” eran títulos dados a nacidos en familias económicamente poderosas. Cambiando en el siglo XVI, cuando los comerciantes (personas no feudales) ganan poder, exigiendo este trato; otorgándoselo desde entonces a personas que no eran de familia noble.

En las monarquías, todavía se usa el tratamiento de «señor» con el apellido y el de «don» con el nombre de pila. O «señor don» con el nombre completo de la persona referida por ilustre nacimiento o gracia particular de Príncipe, o algún título del reino, extensión de sus parientes de clase privilegiada.

Los términos “Don” y “Doña” son “formas de tratamiento”, dirigidas a personas con respeto. Son más valorados en méritos ganados, una virtud superior de carácter, escasa en la escena de valores que tenemos presente en nuestra actualidad. La forma correcta de escribir estas abreviaturas es con mayúscula, pues así han quedado consolidadas en el uso.

Se piensan que es la abreviatura dada a personas que provienen de familias de la nobleza: “De Origen Noble”. Quizás porque hacemos abreviaciones a palabras para llamar persona con quien hablamos. “Profe” o “pro” al profesor, “mi doc” al doctor. Noble o nobleza derivan de la latina Nóbilis, que significa: conocido, famoso, célebre, de buena familia. Dignidad, grandeza, excelencia... Ambas aluden a ser distinguido por hechos o virtudes entre los demás. Valores que en lo personal considero el verdadero título que enaltece estas palabras.

Es difícil dar una «perfecta» definición de noble, en el sentido que interesa: «sujeto digno de ser conocido o recordado por sus virtudes y méritos, o por sus antepasados al pertenecer a un linaje de títulos; formando una clase “privilegiada” por relevancia y significación social, dando reflejo y ejemplo de la sociedad». Tal vez significa simplemente alguien de más edad que uno. Es popular escuchar una voz airada en forma de insulto decir: “Ud. Es un don Nadie”.

Su significado antiguo, sirve de metáfora para referirse a una nobleza abstracta, una virtud de corazón, aunque no necesariamente de herencia familiar. A mi entender es la dignidad en el carácter de una persona. Correcta “formas de tratamiento”: decirle “Don” y “Doña” a cualquier persona, antes que parecer mal educado, resultando más conveniente, pues cualquier individuo, es merecedor de respeto.