Crónica Ligera
¡Vamos a crear relaciones significativas!
El secreto de las relaciones de familia, amistad, de pareja o de algún otro tipo se sostienen en la solidaridad y el apoyo. Comienza en la formación que recibimos de nuestros hogares y se solidifica con la preparación escolar y los conocimientos que vamos adquiriendo los cuales nos ayudan en la construcción como seres humanos. Por algunas situaciones que vivimos como sociedad, queda claro y marcado que nadie nos enseña solidaridad incondicional, ni lealtad hacia nuestros amigos, familiares o parejas.
Damos lo que tenemos
Hay un segmento generacional que no aprendió, no le enseñaron ni le interesa, esto se replicará en sus vástagos y así creamos cadenas de seres humanos que viven bajo el concepto del individualismo. He comprobado que esto se vive a diario en el proceder de algunas personas, se da en los entornos laborales, en las familias, en las parejas y hasta en clubes deportivos y sociales. Hoy nos domina el individualismo y la rivalidad más que el apoyo incondicional. Nada en la vida es tan gratificante como tener relaciones satisfactorias y felices en todas las áreas donde nos desenvolvemos, que nos sumen y nos sostengan ante cualquier eventualidad, pero preferimos las pugnas…
Ser empáticos
Estamos llenos de factores que nos hacen olvidar que fuimos creados para socializar y mantener una conexión emocional, que biológicamente debemos desarrollar procesos empáticos en los que podamos ser unos soportes de otros y sintonizar con el propósito de ayudar, o simplemente, no estorbar. Sin embargo, la furia y la agresividad abundan sobre todas las cosas, lamentablemente estamos enfocándonos en el interés propio y ejercer el egoísmo se ha vuelto un arte que parece liderar por encima de todo. Es tiempo de motivar o promover lo bueno, lo que nos aporta y las buenas vibras que tienden a contagiar, porque es de todos conocidos que el pretender vivir en el mundo de lo material al final nos lleva a vivir en la soledad.
Dar para recibir
Sé que no todos iniciamos una relación pretendiendo que se desarrolle en doble vía, en el amor, en la amistad, en las relaciones familiares… lamentablemente, no siempre se rige por ese equilibrio, todos queremos recibir igual atención, tener armonía y que nada duela, pero eso no pasa ni en las películas… Es imposible que no surjan conflictos, pero si podemos evitarlos estrechando lazos, creando relaciones significativas y trabajando en las brechas entre unos y otros. Es decir, que ese amor, nuestra familia, esa amistad, nuestra pareja o ese compañero de trabajo debemos atenderlos en la misma proporción que nosotros queremos ser tratados.