De Cerca
Una carta para los Reyes Magos y un regalo que nunca llegó
Recibí un video, de esos hermosos que las personas suelen compartir en la época de Navidad, y que, de tantos reenvíos, finalmente nunca llegas a saber cuál es la procedencia. Traté de investigar la fuente para citarla en estas líneas, pero solo pude determinar que fue filmado en España.
El contenido
En el audiovisual se ve a un grupo de adultos mayores sentados junto a sus nietos mientras el moderador les pide que redacten una carta para los Reyes Magos. Turbados, a los abuelos les cuesta decidir su deseo y los niños los motivan a pedir algo que, quizá de pequeños querían, y nunca tuvieron… A los jovencitos se les fue fácil completar la asignación y sin titubear anotaron 9, 12, 13 juguetes. Cuando llegó el turno a los mayores de leer su carta, la sapiencia y la experiencia salen a relucir. Su lista para los Reyes Magos no era de artículos materiales, tampoco fueron deseos exclusivos para ellos. Cada uno se concentró en una sola petición; algunos paz y salud para sus nietos y todos los habitantes del mundo, otros, amor, unidad familiar y hasta llegaron a pensar en acceso a la educación.
Para pensar
Al escuchar, los niños reflexionaron sobre sus cartas entendiendo que sus abuelitos se habían enfocado en deseos intangibles dando prioridad a las necesidades de otras personas. Sin duda, aprendieron una lección: “Si tienes la oportunidad de hacer magia, no seas egoísta”.
El moderador animó a los adultos a confesar ese juguete que de niños habían pedido a los Reyes Magos y nunca lo recibieron. Al final fueron sorprendidos haciendo su recuerdo realidad; con lágrimas y la ilusión de la inocencia olvidaron su edad para recibir en gratitud su obsequio. Al parecer, algo tiene de cierta la frase que reza: “Nunca olvidarás ese juguete que los Reyes Magos nunca trajeron”.
Mi regalo
Ese hermoso video me trasladó a aquellos días en los que yo también esperaba ansiosa esa visita de los Reyes Magos. Crecí en un hogar modesto, donde no había abundancia económica, pero mis padres siempre tuvieron atentos a este día para colocar algunos regalos debajo de la cama.
Y recordando, también hay un regalo que esperé hasta que me enteré de la realidad de la magia, y que nunca recibí. No necesariamente por el precio, era un objeto que veía en los programas de televisión, quizá ni siquiera estaba en las tiendas del país para esa época, pero eso no lo entendía. Entonces, si regalar es una forma de demostrar amor, no hay nada negativo en auto regalarse, y este año 2022, decidí, como los abuelitos del video, tener ese juguete. Después de todo, nunca es tarde para volver a ser niños.
¡Hasta el lunes!