Algo qué contar
¡Gracias Señor por esta Navidad!
Cuando sean las 12 de las noche y llegue el Año Nuevo voy hacer las cosas diferentes y en vez de pedir a Dios por las cosas que ya tiene reservadas para mí, voy a agradecer por el milagro de estar viva hasta este instante que escojo para expresar mi gratitud hacia él.
Como buena cristiana, si voy a dar gracias a Dios por mis dones y bendiciones debo hacerlo también por sus favores hacia todas las personas que me complementan y que sin ellas no tendría plenitud, ni felicidad en aspectos esenciales de mi vida, como son mi familia, amigos, compañeros de trabajos y hasta por mis enemigos, porque nada sucede a nuestro alrededor sin Su voluntad.Como dice en Tesalonicenses 5:18 Den gracias a Dios en toda situación porque esta en su voluntad para ustedes en Cristo Jesús. Un milagro Gracias Señor porque despertar cada día es un milagro. Por la salud y la fuerza espiritual que me has dado para salir airosa de tantos momentos difíciles y sigo de pie como guerrera peleando mis batallas, las que solo contigo puedo vencer. Gracias a las personas que en este año elegí sacar de mi vida, pero me dejaron enseñanzas invaluables.
Gracias Señor por la bendición de tener buenos amigos. Gracias porque tocaste el corazón de muchas personas que fueron capaces de pedir perdón, de dar un poco de lo que tienen a los más necesitados, de dar amor al prójimo sin condiciones. Gracias a ti otros se dejaron amar y se entregaron en cuerpo y alma a la procreación para la continuidad de su estirpe. Gracias a todas las familias que están junto a los suyos para celebrar.
Es tiempo de dar Hay tantas cosas por las cuales dar gracias a Dios en este fin de año que la lista es interminable, porque estamos en pandemia y el mundo sigue herido, pero debo dar Gracias porque en este lapso aprendí a valorar que todo tiene un propósito, que la vida es corta, que tus metas son tuyas y de nadie más, que no podemos vivir a expensas de las expectativas de otros, que el mundo tiene de todo y uno elige con que se queda; que la salud y la familia es el don más preciado.
Estoy dando gracias por las cosas que pedí y me fueron cumplidas y a partir de ahí seguiré pidiendo porque su obra no ha terminado conmigo, espero que quien lea esta columna pida y de gracias por los favores concedidos. Les deseo mucha salud y larga vida y que el Señor no les quite su mirada en este nuevo año.