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Crónica Ligera

Antes del 2022

Ana Mercy OtáñezSanto Domingo

Pasemos balance a los 365 días de este ya agotado año 2021. El 2020, nos cambió la vida nos hizo tomar consciencia del presente, tomar el toro por los cuernos y vivir el aquí y ahora.

Paralizamos todos los procesos y e iniciamos la carrera del momento, lo que imponía a causa de la situación sanitaria que nos azotaba. Muchas cosas cambiaron. Nos pusimos en modo pandemia. En modo alguno esto significó elabandonado nuestros sueños. Todo lo contrario, particularmente a mí, la epidemia me restregó en la carta, que cada cosa tiene su tiempo. Desde entonces, veo la vida desde un concepto más amplio, porque aprendí a valorarla desde la alegría, el amor y lo positivo.

He encontrado valor en cada situación. Y genialmente, ¡este ha sido un gran año! En medio de las tragedias y los millones de muertes que ha traído a la humanidad la Covid-19, estoy viva ysana, tengo comida y otras cosas que para otros constituyen un lujo tenerlas; entonces, soy privilegiada y por tanto, debo agradecer, pasar balance y aceptar, respondiendo simples interrogantes que me lleven a saber si estoy satisfecha con lo que he vivido y lo que he logrado, incluyendo en las interrogantes cada uno de nuestros roles.

Dejamos atrás...

Con la despedida de un nuevo año, no debemos cargar con un registro de situaciones pasadas, En modo alguno insinúo que neguemos lo vivido, sea la experiencia agradable o no.

Lo ideal es cerrar capítulos y continuar. Lo pasado queda detrás. Lo que nunca debe quedar sepultado son los aprendizajes que cada una de las experiencias vividas, trae consigo. Cada cosa que nos hirió o nos marcó, tiene un propósito de crecimiento en nuestras vidas.

¡Aceptemos!

“Lo que resistes, persiste”. Aceptación no significa resignación, todo lo contrario. Aceptar es aprobar lo vivido, es “hacer las paces” con nuestro pasado, entender que no todo lo que pasa nos va a resultar grato, pero nos tocó, y entonces, procede, tomarse el tiempo y procesarlo adecuadamente, desmenuzar cada situación y circunstancia, con el único propósito de bien vivir nuestro presente, con la conciencia de que cada experiencia trae aprendizajes necesarios para proseguir con éxito nuestro andar por la vida.

Es preciso conectar con nosotros mismos, vivir el presente, el aquí y el ahora, dándonos la oportunidad de vivir en un estado de paz y consciencia. Nuestro presente, siempre necesitará un sustento especial de nuestro pasado y una esperanzadora mirada del futuro, esto nos permitirá continuar por la vida llenos de sapiencias, fruto de los aprendizajes por las gratas vivencias que nos conducen hacia una vida en armonía.

¡Con Dios!

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