Crónica Ligera
Alcanzar los sueños no tiene edad
Todos tenemos sueños…Descubrí que alcanzar nuestros más grandes e intrínsecos anhelos no tiene edad. Que es muy gratificante ver los rostros jubilosos de mujeres y hombres que han dedicado tiempo, esfuerzo y labor para lograr una meta. Muchas veces con recursos limitados, y que apenas cuentan con lo indispensable.
Pero llenos de optimismo y esperanza, luchan incansablemente por su propósito. Alcanzar un sueño requiere de fuerzas, agallas, disposición, disciplina y trabajo. No es una competencia, sino un camino que nos conduce a la felicidad, poniendo el alma en lo que deseamos lograr.
Cuando le ponemos ganas a un propósito, debemos enfocarnos, en hacer todo lo que esté a nuestro alcance, enmarcarnos en lo legal, moral y ético y no afectar a nadie. Tampoco importa el tiempo que tardemos, las dificultades que encontremos, ni lo que perdamos en el camino, mucho menos dejarnos influir por ruidos de allegados ni familiares, el enfoque debe ser, alcanzar lo propuesto.
¿Es fácil alcanzar un sueño?
Nada en la vida es fácil. Si estás dispuesto a trabajar para lograr tus sueños, los puedes alcanzar, porque es la voluntad interna la que nos conduce hacia el logro de las metas. Esto nos hace seres indetenibles, pues nos induce al trabajo constante y este, día a día, se convierte en un proceso, que debemos disfrutar.
En principio nuestro propósito es una idea que llegó a nuestra mente, pero enfocarnos en ella nos llevó a elaborar la estrategia, un camino y un recorrido que nos conduce a materializar lo que, en principio fue un pensamiento. Este sueño nos inspiró, nos movió y nos condujo desde lo más profundo de nuestra alma a visualizar una realidad que sólo la voluntad nos lleva a alcanzarlo…
Soñadores
Estoy en el grupo de “los soñadores empedernidos” que somos aquellos seres humanos extraños, pero felices, porque vemos realidad donde otros ven estupideces. Los sueños son individuales y muy personales y cada quien traza el camino de su realización, por esa razón, las críticas y la oposición no son parámetros que limitan a los dueños de sus sueños. Debemos creer en nosotros mismos, pero sobre todo debemos actuar para lograr nuestros anhelos. ¡Sueña en grande! Nos dicen, pero la experiencia nos advierte que no debemos quedarnos parados en la ilusión del sueño, pensando y esperando que algún día se haga realidad. ¡Es grandioso ser una soñadora, de sueños reales y de metas altas!
¡Que la edad, las circunstancias, nada, ni nadie te desvíen del camino hacia tus sueños!
Con el favor de Dios nos leemos la próxima semana.