De Cerca

‘Por una segunda oportunidad’

A propósito de que a finales de este mes de septiembre se realizará el evento RD Fashion Week, que por cierto se reactiva renovado y salpica de alegría y esperanza a la industria, estuve de cerca con la CEO del proyecto, Melkis Díaz, conversando sobre la iniciativa.

Entre los temas que hablamos, desde su vida personal hasta algunas pinceladas de su trayectoria profesional, me contó sobre las acciones paralelas al proyecto que ha ido desarrollando de forma constante.

Entre ellas una, particular y emotivamente, llamó mi atención: Su interés genuino en la capacitación en diseño de moda a las privadas de libertad.

Solidaridad

El objetivo es habilitar una escuela en los diferentes centros penitenciarios de República Dominicana, para ofrecer a las internas una herramienta que les permitirá la rápida inserción a la vida laboral, y obtener de forma digna el sustento de ellas y su familia, además, del significado emocional de sentirse valoradas y consideradas, tras una experiencia de este nivel

Melkis no esconde la sensibilidad que le despierta hablar del tema. Desde su formación cristiana y como ente comprometido con aportar a la sociedad, ella siente la necesidad de apoyar estas mujeres, a quienes entiende no debemos crucificar por que hayan cometido algunos errores. Una población a la que todos juzgan aun sin conocer la realidad que las llevó a ese escenario.

Es bajo esta premisa que cada año, desde el 2014, se presenta en RD Fashion Week un desfile denominado ‘Por una segunda oportunidad’, donde las internas confeccionan sus colecciones y, a la fecha, más de 50 de ellas han presentado sus diseños en pasarela, gracias al apoyo de la Procuraduría General de la República.

Empatía

A quienes han vivido la desagradable experiencia de estar privado de libertad lo arropa el temor de no poder rescatar su vida normal, de no ser aceptados por sus familiares y amigos, de no encontrar la forma de sostenerse económicamente, entre otros muchos tópicos, porque sabe que una vez afuera, culpable o inocente, se hace difícil conseguir un empleo y deben adaptarse a una sociedad que los estigmatiza.

Desde estas líneas aplaudo la valentía de Melkis Díaz al prestar su voz para que las mujeres privadas de libertad sean escuchadas; de poner a su servicio el talento que posee, y de defender esta idea que ojalá sirva de motivación e inspiración para que otras industrias propongan acciones similares, y para muchos seres humanos que a veces preferimos juzgar en vez de plantear ayuda y soluciones. ¡Enhorabuena!

¡Hasta el lunes!