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Algo qué contar

Dejar atrás una vida de abusos y violencia, es posible

Ivelisse VillegasSanto Domingo

La primera vez que vi un acto de violencia de un hombre hacia una mujer no sabía que nombre darle. Había llovido mucho como solían ser los días de mayo. La tierra era negra y estaba tan mojada que se incrustó en mis chancletas y hasta en los pies cuando corrí para ver lo que pasaba con mi mejor amiga. Aún no puedo descifrar su rostro cuando entre sollozos miraba a quienes nos acercamos.

Ella estaba en el baño cuando su marido entró y la sacó por los cabellos hacia afuera. A él no le importo si exponía sus partes íntimas, el daño y el dolor físico que provocaba tal acción; pero mucho menos la vergüenza de verse expuesta de ese modo. Él justificaba el castigo porque cuando llegó a la casa no la encontró, y desobedeció una orden que le había dado.

La mejor salida

Luego de este y otros eventos de la misma magnitud siguieron juntos y construyeron una familia. Mi amiga y hermana siempre se mantuvo firme en su propósito de abandonarlo y buscar una mejor vida para ella y sus hijos. Gracias a Dios lo dejó para siempre, a un costo elevado de muchas lágrimas y sacrificios de todas las índoles.

Pero no todas tienen un final feliz como ella, la mayoría de las mujeres se encierra en ese laberinto de cadenas con candados de silencio por factores como: baja autoestima, vergüenza, falta de ingresos económicos, educación, un sistema que la ampare y una sociedad que las proteja y cientos de veces terminan pereciendo en ella justificando con cuantas oraciones a usted se le ocurra. Y no podemos juzgarla, solo entenderla y ayudar en lo que podamos porque solo el que la ha vivido y ya salió sabe que es y el que está lo que siente vivir en violencia.

Ministerio de la Mujer

Había olvidado esta historia, pero sentada en el Palacio Nacional escuchando a la ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, durante la presentación de la campaña “Vivir sin violencia, es posible”, la recordé, y doy una valoración incalculable a las acciones presentadas e invito a que apoyen y que en cada hogar dominicano estemos educando hacia una nueva masculinidad, en valores de amor y perdón.

Los ejes temáticos de la campaña de la institución son acciones de sensibilización y formación, asistencia legal y psicológica, casas de acogida, línea de emergencia *212 y rol institucional. Estos focos apuntan a la construcción de una cultura de paz entre mujeres y hombres; y la prevención y atención de la violencia de género e intrafamiliar, a través de testimoniales que conecten con la audiencia tanto femenina como masculina.

Se necesita un cambio

En nuestro país hemos avanzado mucho para erradicar la violencia, pero siempre va a faltar más…, ya que no depende solamente del Estado, sino de la sociedad en general y del ser humano en sí. Es la primera pieza clave, porque si un hombre decide maltratar a una mujer, no hay poder humano que lo haga cambiar de idea, solo él, si decide un cambio desde adentro hacia afuera. Como dice Antonio Fraguas Forges, “La violencia escenifica el miedo a las ideas de los demás y la poca fe en las propias”.