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CRÓNICA LIGERA

Parada Dominicana en Hazleton, Pensilvania

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Ana Mercy OtáñezSanto Domingo

¡Hasta donde el orgullo Dominicano me lleve…! Estos momentos, aun, viviendo los estragos que ha causado la pandemia a la humanidad, asistimos a ‘La Parada Dominicana en Hazleton, Pensilvania’, para cubrir las incidencias de la importante actividad, compartir y penetrar en el corazón de la comunidad dominicana establecida en esa ciudad norteamericana.

Por muchos años, estos trabajos me han dado la oportunidad de conocer distintas ciudades y diferentes países donde los dominicanos han podido alcanzar una importante presencia que ha trascendido lo social, económico y político. No obstante, pese a que no había tenido la oportunidad de venir a Hazleton y ver su cotidianidad, debo destacar que la compenetración e identificación que he tenido con los lugareños, me han abierto paso para penetrar en los distintos ámbitos de su desarrollo.

La entidad

‘La Parada Dominicana en Hazleton, Pensilvania’ es una actividad organizada por La Casa Dominicana en Hazleton, establecida desde el año 2005. En esta ocasión está celebrando sus dieciséis años, los cuales se transfieren en decenas de servicios en favor de dominicanos e hispanos que visitan y/o viven aquí. Víctor Pérez Balbuena, es el presidente de esta entidad, es un dominicano, que reside desde hace 40 años en Estados Unidos y ha dedicado gran parte de su permanencia en estos predios, a organizar y orientar a cientos de inmigrantes, conciudadanos o no, para que puedan legalizar su estatus en la urbe americana.

Lo que ofrece

La Casa Dominicana en Hazleton es un refugio que ofrece a nuestros nacionales diversos tipos de apoyo, ayuda y servicios legales como defensa de los derechos humanos y civiles, empleos, pasaporte, servicios migratorios, matrimonios, divorcios, banco de alimentos, entre otros. Lo mejor que hemos podido apreciar es que, tanto la Casa Dominicana en Hazleton como en la comunidad se han ganado el respeto de todos los residentes en este lugar, ya pertenezcan a la diáspora dominicana o sean autoridades y otros residentes en esta ciudad.

Lo que nos llevamos

Cuánto regocijo me llevo de esta corta, pero fructífera visita. Estoy feliz y orgullosa de conocer el esfuerzo y trabajo de nuestros comerciantes, empresarios y trabajadores en distintas áreas en Hazleton. Me voy con la convicción de que los dominicanos han llenado esta ciudad de gente buena, organizada y progresista. Gente que salió un día en busca de progreso y lo ha encontrado, porque han trabajado por sus metas y han sabido representarnos dignamente.

Nunca había encontrado tanto sentido, identificación y verdad en el slogan publicitario: “República Dominicana lo tiene todo...”. Pues tenemos tanto que dar, que hemos podido compartir con el mundo.

Con el favor de Dios nos leemos la próxima semana.

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