CRÓNICA LIGERA
¡El caos emocional se cura con abrazos!
Las almas inquietas, los corazones rotos, las personas solas, las pérdidas irreparables, el adiós definitivo, las quiebras económicas y del corazón, el adiós a los vivos… y los logros, las más grandes manifestaciones de amor, el éxito, la alegría y la felicidad, todo, desde lo agrio hasta lo dulce se alimentan de los buenos abrazos, de esos que se dan de frente y sientes que te armonizan el cuerpo y ponen a cada vértebra encajar en su lugar.
¡Me encanta abrazar! Lo admito y lo hago a menudo con las personas que quiero. Siempre he sido seguidora de la teoría de que los abrazos tienen un gran poder y capacidad para cambiar muchas cosas. ¡El caos emocional se cura con abrazos! Esos que transmiten un mensaje de solidaridad, entendimiento, apoyo o respaldo sin decir una palabra.
Un buen apretón, es una muestra de amor que tiene efecto anestesia que nos ayuda a disipar las emociones negativas como la ira, el miedo, la ansiedad, el odio y la tristeza. Sin embargo, admito que una de las cosas que me quitó la pandemia fue ser tan pegajosa como suelo ser. He leído, visto y soy testigo de numerosos estudios científicos que confirman los beneficios de un abrazo. Este es un gesto que va más allá del contacto físico, es una aprobación que se manifiesta en una expresión cargada de sentimientos.
Beneficios
Desde tiempos remotos las expresiones de cariño, amor, solidaridad, apoyo, respaldo y consuelo se manifiestan a través de los abrazos. Muchos expertos coinciden en que, reducen la ansiedad y las angustias, son un imán para conectar con los demás y tener una comunicación más afectiva; ayudan a combatir el miedo y refuerzan los sentimientos, nos sirven para expresarnos sin palabras, son ideales para superar bloqueos físicos y emocionales, generan bienestar y buen humor.
Lo cierto es, que no necesitamos de ningún experimento o de un científico para comprobar el bienestar que nos proporcionan los abrazos, es fácil llegar a esta conclusión, pero si aún mi forma empírica no fuese suficiente, te reto a que lo pongas en práctica con tus seres queridos, con tus compañeros de trabajo y hasta con algún extraño. Disfrutarás las mieles de los abrazos, y verás los resultados positivos hasta en tu salud física, pues liberarás Oxitocina, hormona que disminuye la presión arterial y activa el sistema inmunológico, con lo cual mejorará tus defensas y podrás prevenir muchas enfermedades.
Para ser feliz
Nos pasamos la vida intentando ser felices y en ese trajinar llegamos a la conclusión de que mientras mejor nos llevemos con nuestros semejantes más felices seremos. Nos hacemos auto promesas de cambiar y ser más cercanos y tolerantes con los demás, pero le exigimos que cambien o sean como nosotros queremos. Cuando intentamos aplicar esta cercanía nos daremos cuenta lo difícil que se nos hace mostrar cariño, amor y solidaridad con manifestaciones físicas.
Es increíble, como el individualismo nos ha llevado a no expresar lo que sentimos, se nos hace difícil dar un abrazo, una sonrisa, un espaldarazo, es que, lamentablemente a muchos de nosotros así nos formaron y así seguimos siendo. Tratemos de romper la cadena. Pongamos el punto final a lo que queremos dejar atrás y marquemos el inicio para hacer de las que nos siguen, generaciones distintas que marcarán a las subsiguientes, dándonos abrazos para transmitir los sentimientos, para mostrar que amamos, que apoyamos, que estamos con el otro en su alegría, en su dolor, en su enfermedad.
Abrazar es amar. Hagamos del abrazo la manera natural de expresar nuestro apoyo, la manera normal de relacionarnos y veremos que nuestros lazos serán más emotivos, más duraderos, más sinceros, más llevaderos y más efectivos… sólo es cuestión de asegurarnos que estos abrazos sean sinceros, nos salgan del alma y traigan consigo una buena intención. Abrázame cuando me veas, sin motivo, sin excusas…
Con el favor de Dios, nos leemos la próxima semana.