Pionera
Daisy Liriano Paulino: La que abrió el camino al generalato femenino de la Policía Nacional
En octubre de 1982 Daisy Liriano Paulino decidió seguir su instinto de servicio y cambió su vestimenta cotidiana por un uniforme gris. Sin temor a enfrentarse al riguroso entrenamiento ni a los obstáculos que encontraría por el hecho de ser mujer, ingresó a las filas de la Policía Nacional, entidad fundada el 2 de marzo de 1936.
De voluntad invencible, nunca se detuvo ante los esquemas pre establecidos. Aprendió a usar un arma, y fiel a ella misma conoció el verdadero sentido de la disciplina. En su diccionario de vida no existe la frase ‘no puedo’. Y peldaño tras peldaño se convirtió en la protagonista de su propia historia.
Elegante y de postura recta, Liriano Paulino tiene impregnado en su ADN el respeto y el compromiso por la Patria. Hija de Olivia Paulino y del coronel Ramón Antonio Liriano. Su hija, Pamela Pérez Liriano, también es policía.
“Han pasado 20 años desde que el entonces presidente de la República, Hipólito Mejía, confió en la mujer para ocupar el cargo de general de Brigada. La Policía Nacional era distinta en el sentido del apoyo que teníamos para avanzar. Gracias al interés sobre la equidad de género de Yadira Henríquez, desde el Ministerio de la Mujer, tuve la oportunidad de ocupar el cargo, privilegio del que estaré eternamente agradecida”.
Estuvo activa en la entidad por 28 años, tiempo en el que renovó cada día su juramento de servicio y honestidad. De sus jornadas atesora miles de recuerdos, pero uno en especial pone a flor de piel la sensibilidad de su esencia de mujer, y al rememorarlo no puede evitar que las lágrimas de asomen para dar testimonio de su grandeza como ser humano.
“Recuerdo la sorpresa de aquella llamada el día en que recibí la noticia del ascenso, la emoción no cabía en mi pecho. Con la copia del decreto en las manos lo primero que hice fue acercarme a mi padre, ya retirado como general…”.
Un nudo en su garganta no le permite continuar. Respira, y con la voz entrecortada continúa: “Si para mí era un sueño hecho realidad, para él ese día significó la gran recompensa de sus años de servicio íntegro, de todo el sacrificio que yo había hecho para ganarme ese lugar. Lamentablemente, ya no está junto a nosotros”.
A partir de ese momento no cesaron las llamadas telefónicas y las cartas de felicitación. “Finalizada la ceremonia eucarística por el Día de la Policía Nacional, recibí la insignia. Las personas aplaudían y yo sentía como mi compromiso aumentaba. Al ser la primera mujer generala debía dejar un camino trillado para las demás y responder como mi país esperaba, así lo acepté, y así lo hice”, enfatiza.
Pero no todas las tardes fueron color de rosa. Sentada en uno de los salones de LISTÍN DIARIO, Liriano Paulino cuenta como tuvo que ir rompiendo los estereotipos de género. “Es natural que, en una institución creada para hombres, cuando una mujer va escalando la vean como rival. Gracias a Dios no tuve ningún incidente que lamentar. Con las otras mujeres fue distinto, ellas se veían reflejadas en mí y este logro les daba cierta garantía de que también podían llegar”.
Liriano dice que siempre tuvo interés en capacitarse. “Sabía de la necesidad de prepararme para estar a la altura del cargo y de mis compañeros, porque al ser doctora ingresé en el área médica”, sostiene.
Siendo coronel fue la primera mujer en hacer el curso de Mando y Operaciones. “El cupo era para 30 coroneles, por supuesto de trayectoria intachable, y yo quería estar ahí. Tuve que derribar muchas trabas hasta que logré un espacio. ¡Pero nunca se pensó en que una mujer podía entrar al Instituto!, la estructura solo tenía un baño, de manera que tenía que avisar en voz alta cuando lo iba a usar (risas)”.
Liriano se siente plena con lo logrado. “Cuando miras atrás y confirmas que a pesar de los obstáculos fue posible, te sientes satisfecha. Ahora en cualquier espacio puede estar una mujer, de hecho, hay mujeres la unidad especializada Lince, los Cascos Negros, Contra Motines, y es una mujer quien ocupa el cargo de subdirectora General de la Policía Nacional, la Dra. Teresa Martínez Hernández, así que vamos por buen camino”, concluye Liriano evidentemente agradecida.
Un poco más
En el 2005 es designada directora central de Asuntos Internos, con el rango de mayor general. Desde el 2015 es asesora en el área de género- VIF- USAID Guatemala.
Ahora disfruta de la vida en familia, y es presidente de la Asociación de Mujeres Policías Siglo XXI, una entidad sin fines de lucro que tiene el objetivo de fomentar la participación de la mujer policía, activa o pasiva, en todos los contextos de la comunidad, a fin brindarles mayores oportunidades para mejorar su calidad de vida.
Acciones en favor de la mujer
Durante su paso por la institución policial, Daisy Liriano Paulino logró la materialización de varios convenios nacionales e internacionales. Consiguió un espacio en la Comisión de Jefes de Policías de Centroamérica y El Caribe, con su proyecto del enfoque de género dentro de las instituciones policiales.
Fortaleció el enfoque de género, al propiciar la apertura de la Oficina de Equidad de Género y Desarrollo, con el apoyo del Ministerio de la Mujer. Introdujo cambios en los uniformes, de ahí el quepis femenino.
En el 2003 se hace realidad el ingreso de las primeras mujeres a la Academia para Cadetes Mayor General José R. Hermida González. En el 2007 se gradúa la primera promoción mixta, de los 11 primeros lugares, nueve fueron mujeres.
En los Centros de Capacitación de la Policía implementó como materia el ‘Módulo de Género y Seguridad Ciudadana’. Se crearon las condiciones en las infraestructuras de las academias para las estudiantes.
Se creó el protocolo para la Investigación del crimen de feminicidio, y la Dirección especializada de atención a las mujeres y violencia intrafamiliar.