Protagonista

Cristina Mota, una emprendedora que confiesa: ¡Los sueños se hacen realidad!

A pesar de su corta edad, Cristina Mota ha recorrido un largo camino profesional. Es contadora de profesión con una maestría en Dirección y Organización de proyectos. Varios diplomados en dirección organizacional, supervisión de personal y gerencia de ventas, figuran en su hoja de vida.

De su preparación en negocios dio un paso gigantesco a la industria de la moda, y adquirió conocimientos en estilo.

Por su disciplina y trabajo tesonero para lograr sus metas, Mota se convierte en una de las protagonistas del contenido especial preparado por el equipo de Sociales para resaltar los aportes de la mujer dominicana en diferentes contextos y etapas de su vida. Una serie de entrevistas que tienen el objetivo de conmemorar con nuestra comunidad de lectores, el Día Internacional de la Mujer.

¿Cuándo y cómo surge su interés por la moda?

Nunca fui la niña más popular del colegio, mi ropa no era la más linda. Vengo de una familia de escasos recursos donde mis sueños eran limitados a las posibilidades de mis padres.

A los 16 años, luego de terminar el colegio, decidí integrarme al mercado laboral con la intención de cubrir mis necesidades… Debo reconocer que siempre me destaqué por poner mucho empeño a todo lo que hacía, y sin tener experiencia me acerqué al supervisor de un ‘call center’ de ventas internacionales.

Le dije que quería aprender a vender, aunque no me pagara. La primera semana obtuve RD$300.00 y estaba feliz porque sentía que estaba siendo productiva.

Con el tiempo me convertí en una experta en ventas telefónicas y me contrataron para trabajar en una tienda inmobiliaria. Ahí veía las jóvenes bien vestidas y nació mi ilusión por la moda. Empecé a estudiar, a leer libros, a ver revistas nacionales e internacionales y a dejarme envolver por todo lo que implica la industria.

Al cabo de un tiempo transformé mi clóset, me di cuenta que, aunque tenía pocas piezas podía combinarlas y hacer de las rehusadas una sensación si afectar mi presupuesto.

Pasados algunos meses inicié un negocio de ventas de ropa interior online, luego vendía accesorios, ventas múltiples… intenté muchas cosas relacionadas y todas alimentaban mi pasión por la moda.

Sin darme cuenta estaba involucrada oficialmente en la venta de ropa. Me vestía bonito, subía una foto en las redes sociales y las personas empezaron a preguntar dónde conseguir las piezas.¡Lo demás es parte de la historia que empecé a construir!

Me emociona cada vez que veo a una mujer vestir una de mis piezas, que la puedo ayudar a elegir según su tipo de cuerpo, su presupuesto y la actividad a donde va.

Hoy, Cristina Mota disfruta ver materializado un sueño que acarició por mucho tiempo: Amour Store.

“Con esta tienda, más allá de la venta, está la satisfacción de poder ayudar a una mujer que llega a nosotros pensando que ningún diseño le queda bien porque se siente flaca o pasada de peso. Yo me tomo tiempo para conversar y explicarles que la ropa te proyecta, pero lo que llevas dentro te da el valor de vencer todo obstáculo. En definitiva, esa es mi frase ganadora”, sostiene Mota, quien se define como una mujer soñadora.

¿Qué elementos hacen de su propuesta una plataforma diferente?

Tenemos una tienda de moda que ofrece una experiencia más allá de piezas que apoyen el buen vestir. Asesoría de imagen, colorimetría, una plataforma digital diseñada para la facilidad de compra y sobre todo no vendemos piezas de ropa, propiciamos ‘amour’ por la moda. Ubicada en la Plaza Stephanie, en Piantini, la propuesta va dirigida a mujeres amantes del buen vestir.

Un poco más

¿Qué recomiendas a una mujer para ayudarla a encontrar su estilo propio?

Hacer las paces con lo que te gusta. Cuáles son las piezas con las que te sientes cómoda. Usar lo que nos representa y va en consonancia con lo que llevamos en el interior.

Conocer tu cuerpo. Así podemos seleccionar las piezas que más nos favorecen.

Identificar tu estilo de vida. Dependiendo de tu estilo de vida, donde trabajas, que te gusta hacer, a que lugares vas, debes combinar tus piezas. Porque no es lo mismo trabajar en entidades financiera con las personas que trabaja en un club o en una agencia de moda, por ejemplo.

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