No siempre se está lista para amar

Para mí el amor es una decisión. No siempre estás lista para tomarla y quizás te llega la persona perfecta para pasar el resto de tus días en momentos que el tiempo no corre a tu favor, pero aun así das el paso, los porqués son muchos pero cada persona le da la respuesta a los suyos dependiendo de lo vivido.

Mi historia de amor fue linda, pero a través de ella entendí que a veces necesitamos un tiempo para nosotras, para conocernos, amarnos, llorar, pero no por otros, solo por nosotras.

Por muchos años mi vida giró en torno a una persona que aún respeto y aprecio, me brindó muchos años de su vida y yo eso lo valoraré siempre.

Nos conocimos luego de yo terminar una relación larga. En ese momento me sentía desprotegida, y llegó él quizás sin ninguna intención de quedarse, y a medida que pasaba el tiempo entendía que estaba cambiando.

Me parecía más a él. Dejé de ser yo, perdí mi esencia, hasta mis gustos iban más dirigidos hacia lo material, y esto no solía ser así.

Lamentablemente no me di cuenta de estos detalles hasta que la relación terminó, pero me di cuenta y volví a ser quien siempre fui.

Aprendí a darme tiempo para volver amar, a ser feliz estando sola. Aprendí a que si me siento bien estando conmigo, la persona que deje entrar a mi vida será un amor genuino porque sabré estar con los dos, él y yo.

Me tardó mucho aprender todo esto, podría decir que años, pero cada quien tiene su tiempo. No miremos los relojes de los demás, hacer este tipo de comparaciones nos hace gastar energías.

El sentimiento de un amor sano sobrepasa todo, un amor lógico sin incómodos silencios. Un amor saludable que vele por tu estabilidad emocional te hace sentir plena, un amor que sepa respetar tus gustos y te empuje a descubrirlos, un amor que sepa estar contigo pero también sepa estar consigo mismo.

Estar lista para amar no es un juego con respuestas claras, pero siempre hay que aventarse para poder descubrir qué tan preparada o no estás.