De Cerca

Tener una mascota te puede cambiar la vida

Mientras escribo estas líneas esta posada en mis pies Kira, una perrita Yorkshire que llegó como ‘medicina’ para detener la tristeza de mi hijo menor que había pasado un año escolar difícil. Al poco tiempo, sin proponérselo, dejó de ser solo una mascota para convertirse en un miembro más de la familia.

Yo era la más renuente a recibirla y como si lo supiera se acercaba cautelosa y movía su rabito juguetón, al parecer pretendiendo ganarse mi cariño y aceptación. Y así lo hizo.

Si hace dos años me hubiesen preguntado sobre la sensación de tener un animalito en casa, mi respuesta sería distinta. Ahora puedo dar testimonio de su capacidad de mitigar sentimientos de angustia y pesar, a través de su acompañamiento y amor incondicional.

Amor que cura y enseña

Los animales no juzgan, no critican, y tratan a todos los seres humanos por igual. Un perro es un amigo en todo momento. Así lo ven los niños y esas percepciones se traducen luego a otras personas. Fomenta la amistad y la alegría; ayuda a adaptarse a la convivencia con otras personas y a disminuir los miedos que son normales en la infancia.

El simple acto de abrazar o acariciar un perro regula la presión arterial y el ritmo cardíaco. Reduce las afecciones psicosomáticas producidas por fuertes emociones como la ansiedad, la agresividad, los dolores de cabeza o abdominal, problemas cutáneos y alteraciones del ritmo alimenticio.

No lo he inventado, este dato lo sustenta Kathelyn Batista Grullón, de Terapia de Amor, quien practica las intervenciones asistidas con animales, un método que consiste en la incorporación de una mascota a un proceso terapéutico o educativo como complemento al mismo y que se desarrolla de forma multidisciplinar.

¡Adopta, lleva felicidad a tu hogar!

Kathelyn, quien también es adiestradora canina, conversó ampliamente conmigo durante la elaboración de una edición especial sobre mascotas, que fue publicada recientemente en las páginas de Listín Diario. Ella explicó que las personas que durante su niñez han tenido contacto con un animal de compañía, aprenden valores como la compasión y la empatía, los cuales son importantes para mantener una relación interpersonal positiva.

Los beneficios de tener una mascota en casa son múltiples y conocidos, sin embargo, la cifra de perros y gatos sin hogar es elevada. Muchas son las entidades sin fines de lucro que se unen a la causa, pero el abandono sigue siendo el principal obstáculo de su bienestar. Sin duda se requiere una mayor cooperación de todos los sectores, quizá una estructura para desarrollar una mayor labor pedagógica para que las personas hagan consciencia de todo lo que nos ofrecen desinteresadamente los animales.

Adoptar simboliza darle un hogar a un animalito abandonado, pero también simboliza una gran oportunidad para que los seres humanos aprendamos lecciones de amor puro.

¡Hasta el lunes!

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