Dustín Muñoz ‘La contemplación estética de lo feo’

A Dustín Muñoz lo conocemos por su dilatada carrera artística y su sitial como uno de los mejores exponentes de las artes plásticas en República Dominicana y haber recibido el Premio Anual de Ensayo Pedro Henríquez Ureña correspondiente al año 2019, por su obra ‘La Contemplación estética de lo feo’’, lo hacen merecedor de este discurso.

Al unisonó de su carrera adquiere un doctorado en filosofía. Sus conocimientos y experiencias lo aborda en este libro con el tema de la estética como disciplina y presenta lo feo como una categoría independiente capaz de suscitar el acto de la contemplación, que regularmente parece estar reservado de forma exclusiva para lo bello.

“En esta obra analizo lo feo en el arte y en la naturaleza, integrando en el análisis, además de lo bello, el tema de lo sublime y de lo pintoresco. Mi experiencia como artista visual, y en especial como pintor, me coloca en una posición cómoda para tratar el tema, en tanto que la pintura constituye un objeto clave para reflexionar sobre la fealdad en sí, la fealdad formal y la artística, ya que el arte de la pintura demanda del artista la transformación de formas tridimensionales de la naturaleza a formas bidimensionales en el lienzo”, dice Dustín

¿Qué te motivó a escribirlo? La motivación para escribir una obra como esta surge por mi doble condición de titulado en Artes Plásticas y también en Filosofía; pues realicé estudios de arte en la Escuela Nacional de Bellas Artes, así como de filosofía en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en la Universidad del País Vasco. Mi interés sobre el tema viene desde mi etapa de estudiante, mientras procuraba alcanzar, de la mano con la filosofía, una propuesta artística personal y contemporánea.

Indudablemente, mi interés como artista por tratar en mis obras temas pertenecientes a los ámbitos de lo convencionalmente feo, como: objetos de desecho –por antigu¨edad o por rotura–, objetos precolombinos, efectos del deterioro medioambiental, restos de seres acuáticos, entre otros temas similares, fue lo que me llevó hasta la reflexión teórica de la problemática.

¿Cómo te sientes al ser tu obra elegida ganadora de tan prestigioso premio? Me siento como un padre cuando recibe la noticia de que uno de sus hijos obtuvo un reconocimiento. Y, naturalmente, en medio de la especial alegría que genera dicho premio, aparece también la reserva correspondiente al compromiso que conlleva una distinción como esa. En tal sentido, lo recibo como un estímulo para continuar escribiendo con el cuidado, la disciplina y la pasión que me acompañaron en la producción de este ensayo.

¿Qué discurso tiene ante tantos dones, con cuál te identificas más? Es una forma de ser que se refleja en todo lo que uno hace. El artista es un pensador y un creador. El escritor por igual. Cuando escribo me pasa igual que cuando estoy pintando, es solo un cambio de técnica. Para ambas cosas se requiere pasión, creatividad, investigación, capacidad de asombro y admiración.

Un libro es una obra de arte que requiere de un dominio compositivo por parte del autor, que debe saber quitar lo que está de más y mover de lugar algunas ideas para beneficio de la obra. En ambos casos, el autor debe tener presente siempre el centro de interés. De modo que la composición juega un papel fundamental para el escritor y para el artista. Por eso veo la filosofía como la consultora ideal para formarme como un artista verdaderamente profesional.

El título atrae “Sí, el título es atrayente. Porque muchos piensan que quiero decir la belleza de lo feo, ya que se utiliza el término estética de forma popular como sinónimo de belleza. Sin embargo, la estética tiene que ver con las valoraciones vinculadas a las apariencias de las cosas. Hablar de estética de lo feo en una obra de arte en ningún momento quiere significar que su atractivo obedezca a una belleza de lo feo. Tal idea sigue la defensa tradicional de leyes de proporción, simetría, armonía, variedad en la unidad, como condiciones inherentes a la belleza, y que lo feo vulnera con su existencia. En este ensayo defiendo la idea de que lo feo ocupa un espacio propio e independiente de la belleza, que no se reduce a una condición negativa de lo bello”.

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“El libro de Muñoz presenta un dominio de la técnicas expositivas, que le permiten eliminar lo que está de más y poder reflexionar mucho mejor las ideas de su discurso cultural. Con este recurso el autor logra la atención del lector. Su composición escritural enriquece el pensamiento del pensamiento social en la República Dominicana sobre tan fascinante tema.