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HOMENAJE

Jorge Severino: Un maestro que no puede morir

Ivelisse VillegasSanto Domingo, RD

El pintor Jorge Severino era un ser humano y artista de contrastes porque amaba a una rubia, su esposa Mary Loly, pero su pasión eran las negras y más cuando el lienzo estaba en una mesa, y sin dejar al olvido que no daba respuestas a sus excentricidades, propias de los humanos con dones innatos.

Su partida, a los 85 años, deja huérfano al arte, al país, a su familia. Jorge Alberto Severino Contreras, partió de este mundo, quizá con la ilusión de encontrar a su amada esposa Mary Loly Pérez Fernández, y satisfecho de haber visto su legado colgado en los museos más prestigiosos del mundo, en los salones de reconocidos coleccionistas y ´forever´ en las futuras generaciones del arte universal.

El príncipe del arte, como fue bautizado en el año 1968 cuando se dio a conocer con su obra “La Oración”, ganadora del segundo premio en la IV Bienal del Concurso de Arte Eduardo León Jimenes. Este evento marca el inicio de su entrada formal al mundo artístico, al conocer figuras como Elsa Núñez, Cándido Bidó, Ramón Oviedo, José Cestero y Guillo Pérez.

Su corona y estirpe artística las mantuvo desde ese día hasta el lunes en la madrugada cuando partió de este mundo, dejando sin progenitor a sus mujeres en lienzo “Teresa”, “Lissette”, “Mirtha”, “La Reina de Q”, “Amalia”, “Margot”, “Lucrecia”, “Noelia”, “Filomena”, “Abril”, entre otras que le dieron vida.

En su catálogo, también hay murales, portadas de libros y un sinnúmero de obras, todas dedicadas a enaltecer la negritud de la mujer en su máxima expresión, evocando en cada una su sensualidad y belleza como instrumento para transmitir su linaje e influencia cultural.

Jorge Severino nació en 1935 en Puerto Plata. Hijo de José Alberto (Neny) Severino y Elena Contreras. Fue allí, entre la ingenuidad de la infancia y el olor a caña que comenzó su trajinar en arte. Fue muy querido por su gente, así quedo expreso en una exposición conmemorativa en su homenaje, realizada en las festividades de las Fiestas Patronales de San Felipe, Puerto Plata.

Para el fenecido Fernando Ureña Rib, en las obras de Severino predomina siempre la imagen de una mujer negra enigmática, que sabe seducir. Es la historia de la negritud inventada por un pasado glorioso que es más cercana al futuro anhelado que al pasado que invoca. Eran figuras reposadas, sedentes que ocultan sortilegio augurios y encantamiento.

Jorge Severino, aunque desde muy pequeño dibujaba paquitos, que luego vendía a sus amigos, más tarde se dedico a estampar rostros para carnet y de personas que los solicitaban para que dibujará algún familiar para tener una imagen fresca y bien retocada; tenía como regla que no hacia una obra por encargo.

Fue merecedor de grandes premios y homenajes por su trayectoria artística, siendo la más reciente e importante el Premio Nacional de Artes Visuales en 2019, por el Ministerio de Cultura, primer premio del Concurso de Pintura de Casa España y primera Mención de Honor de la Trienal Latinoamericana de Grabado en Buenos Aires, Argentina.

“Evidentemente, cuando la gente ve un cuadro de una negra en cualquier lugar piensa que la obra es mía, pero también hice otros trabajos, como una serie de muñecas rotas, desarticulabas sus partes. Eso fue en el tiempo del presidente Joaquín Balaguer, como una forma de protesta ante la situación que se vivía”, cita textual de una entrevista realizada en este diario por la periodista Mercedes Guzmán, para la sección Ventana.

También expresó: “Mi gran obra se puede decir que es el Gran Premio de la Bienal del Museo de Arte Moderno, también los cuadros de Santa Martha la Dominadora, una serie de negras vestidas de novias denominadas ‘Oggun’, y un trabajo de “Juana la Loca”.

Exposiciones

Participó en exposiciones individuales en Galería Otero, Altos de Chavón y en la Galería Nader, en el Voluntariado de las Casas Reales, Casas de Bastidas, exposición colectiva de los ganadores de las Ediciones Bienales XVII XVIII, Centro de Arte Nouveau, Instituto Cultural de San Juan, Puerto Rico, Arte Actual de Iberoamérica, Madrid, Encuentro de la Plástica Centroamericana y el Caribe, La Habana, Cuba, También en una Exposición Itinerante de la Plástica, en Londres, Inglaterra, Paris, Arte Actual Dominicano en Michigan, Bienal 1 Latinoamericana en Sao Paolo, Pintores Centroamericano y el Caribe, Miami, Trienal Latinoamericana de Grabados en Buenos Aires, entre otros.

Las obras del pintor y acuarelista están en destacadas instituciones dominicanas, museos y coleccionistas. Cabe destacar en el país en el Banco Central de la República Dominicana, Citibank RD y Banco Hipotecario Dominicano.

Mensaje de despedida

Abil Peralta lo recuerda así:

En menos de una década de oficio Jorge Severino trazó la ruta de un discurso renovador, de invención y dialógo con la vanguardia pictórica del siglo XX. Fijó su lectura y decodificación de fenómenos estéticos internacionales que le convertirían por siempre en el más importante y representativo artista del PopArt dominicano, a partir de la articulación conceptual, técnica, estilística y temática de un lenguaje propio, íntegramente personal, ideológica y culturalmente comprometido con los valores étnicos de la negritud, asumidos por él con orgullo y responsabilidad genética de su origen mulato: “soy negro, y es por ello que procuro dignificar la belleza de las mujeres negras y mulatas”, ha dicho.

Adiós a mi querido Jorge, gracias por legitimar con la calidad identitaria de tu arte, el ser dominicano.

HONORES

Como justo reconocimiento a su trabajo, sus pinturas son atesoradas en todas la XVI Bienal Nacional de Artes Visuales de 1979, en la que la que fue distinguido con el Gran Premio de Honor por su famosa pintura “Pasión y muerte de Amantina Villalona”; y más recientemente, como coronación a su larga y fecunda trayectoria, el Estado Dominicano, a través del Ministerio de Cultura le confirió el muy codiciado Premio Nacional de Artes Visuales, Edición 2019, junto a los también maestros Amable Sterling, pintor; Bismarck Victoria, escultor, y Domingo Batista, fotógrafo.

SEPA MÁS

Vida familiar Antes de casarse con Mary Loly Pérez Fernández tuvo tres hijos: Jorge Alberto, Roberto y Jorge Luis; más dos de su esposa, Claudio y Samuel. Más tarde llegó a su vida Abril, para complementar su felicidad.

Su esposa jugó un papel importante en su vida, pues ella era una pieza clave en su engranaje profesional al ser curadora de arte, y regentear el centro de arte La Galería. Desde allí comercializaba sus obras que siempre han tenido un alto valor en el mercado nacional e internacional.

Fotos en sus redes sociales muestran al artista en sus múltiples facetas, y como protagonista de eventos que lo inmortalizaron en la memoria de quienes fueron sus amigos, familiares y amigos.

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