EMOCIONES

Flexibilidad y acompañamiento: Las claves para superar un duelo intangible

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Ivelisse VillegasSanto Domingo, RD

Definitivamente, en estos meses en donde prevalece un nuevo orden mundial en todos los aspectos del ser humano, una de las etapas más difíciles es el duelo intangible, un proceso que vivimos los seres humanos cuan­do nos enfrentamos a una pérdi­da que nos afectara en diferentes dimensiones de manera simultá­nea con otras lesiones, y que a ve­ces no son tan perceptibles para los demás como la de un ser hu­mano.

Mariana Brea Franco, experta en Duelo, Crisis y Trauma, ase­gura que, además de las perdidas tangibles como la de un familiar, muchos están en duelo intangi­ble, por ejemplo, por no poder llevar la vida normal que tenían, salir a la calle libremente, ir al tra­bajo, universidad o escuela.

También la pérdida de los es­pacios de interacción social, can­celación de planes, de eventos y pérdidas económicas por baja de los ingresos o por la suspensión del trabajo, ya sea temporal o de­finitivo.

Uno de los duelos que más afecta a hombres y mujeres en es­ta cuarentena es la pérdida de la autoestima, de la confianza, tan­to en la vida por ser tan imprede­cible, como en los seres queridos que viven en la misma casa, en los que se descubren facetas des­conocidas que nos hacen sentir desconcertados.

En estos días me llamó pode­rosamente la atención una joven que se comunicó a un programa de radio para contar que descu­brió una infidelidad en su pareja, ella alegaba que por estar en cua­rentena no podía tomar una deci­sión, y estaba entre cuatro pare­des sin ver la posibilidad de una salida inmediata. En este aspecto se ha caído todo un universo que ella tenía de esa relación aunque no haya muerto nadie. Esta es­cena se adapta a lo escrito por la experta Mariana Brea Franco en uno de sus recientes artículos.

Franco alega que tenemos que entender que los duelos tienen que ver con las relaciones ante los demás o ante situaciones que dan sentido a la vida.

“Es posible que esta persona se sienta ansiosa, apática por mo­mentos, paralizada triste y des­esperanzada, pero todo esto es normal en estas circunstancias. También puede arrojar una sen­sación de irrealidad y esto con­tribuye a incrementar los senti­mientos de culpa en las personas, sin importar el tipo de pérdida”.

Si el duelo nos afecta de forma física, los síntomas se reflejan en el cuerpo, emocional, como la ex­presamos; cognitiva, como lo en­tendemos; conductual, como ac­tuamos; y espiritual, nuestras creencias.

Recomendaciones

La especialista en duelo sostie­ne que es importante identificar lo que se siente para trabajar con el paciente en busca de solucio­nar la situación.

“Tenemos que dejar fluir nues­tros sentimientos, buscar ayuda si es necesario. En cuanto a los fa­miliares que conviven es impor­tante respetar cada ritmo y forma de expresar los duelos, sin juzgar y en actitud receptiva”.

Otra sugerencia de la especia­lista es tratar de buscar un apren­dizaje en cada circunstancia. “Ser tolerantes y flexibles es la mejor actitud que podemos tener, tan­to con nosotros mismos como con los demás”.