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Melva Matos: Un llamado a emergencia es mi termómetro ante la vida

Dominicanos en el extranjero

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Ivelisse VillegasSanto Domingo

Melva Yunell Matos Cuevas es una médica dominicana residente en Lorca, municipio de Murcia, España, que la acurrucó hasta nacionalizarla, sin que la haga olvidar el poema, ´Hay un país en el mundo´.

Ver un video de ella saliendo de una ambulancia en la que muestra con fervor, entrega y entusiasmo el trabajo que hace, me autorizó a escribirle unas líneas para dejar impreso que los dominicanos donde quiera que estamos, damos lo mejor, y de la mejor manera, en esta pandemia, que ha sido el termómetro para medir muchas situaciones, en especial, lo sacrificado de ser médico.

Cuando hizo el juramento Hipocrático nunca imaginó que iba a otro destino a ejercer tan digna profesión, pero según ella, estudió con el único propósito de servir a su patria, se desahoga y dice: “Mi país nos cierra las puertas, nos resta méritos, nos excluye y tenemos que salir a buscar lo que sus políticos y el Gobierno nos niega”.

Hace constar que cuando termina su pasantía en Fondo Negro, Barahona, de inmediato evaluó la posibilidad de irse a España a realizar la especialidad porque solo hay que presentar un examen y te evalúan en función de la nota, muy diferente a lo que estaba pasando en su país por la mala propaganda de las residencias médicas, lo difícil de acceder a aun aprobando el examen y el trato vejatorio que se les da al residente.

Ya han pasado 11 años de haber tomado esa decisión y Melva recuerda esos primeros años en la Madre Patria: “La transición fue dura, muy dura, pero gracias a mi madre, que por aquel entonces también estaba residiendo en España, yme dio las fuerzas y fortaleza que muchas veces me faltaban para seguir adelante. Muchas veces dije me voy para mi casa, no tengo que pasar tanto trabajo, voy a renunciar a la residencia. Pero gracias a Dios y a mi madre lo logré”.

Esta mujer aguerrida siguió los pasos de sus padres Leonardo Matos (Vitico) y Bernarda Cuevas, (Nelly), quienes un día decidieron emigrar a la capital específicamente a residir a la zona de los Mameyes. Allí Melva vivió su adolescencia y adultez, junto a sus hermanos. Su madre ya residía en España.

Melva Matos es médica Familiar y Comunitaria, una esta especialidad que le permite trabajar en diferentes áreas por ejemplo: Atención primaria que son consultas de 8:00 de la mañana a 3:00 de la tarde, algunos centros abren de tarde de 15:00 a 21:00 horas.

También puede hacer guardias hospitalarias siempre en la puerta de urgencias, guardias extrahospitalario que son en ambulancias medicalizada, gerencia es el 061 y el número de emergencia 112, que es como el 911 de República Dominicana y guardias de 17 y 24 horas, con una cadencia de cada 4 días, que oscilan entre 7 y 8 guardias al mes, esta última es mi jornada.

En la actualidad, Murcia tiene aproximadamente mil 492 contagiados de Coronavirus y 134 fallecidos de una población de un millón 488.

“Cuando vamos a un llamado de emergencia, lo hacemos con la mejor intención de sacarlo adelante y hablando con los familiares en los casos que veamos al paciente complicado en su patología. Otras veces no son subsidiarios de tratamiento médico o traslado hospitalario, entonces es cuando viene lo difícil con la familia que no aceptan la decisión. Somos instrumentos de Dios cuando vamos a un domicilio, un tráfico o un traslado hospitalario, nunca pensamos en que no volverá a casa, pensamos que lo sacaremos adelante, que tiene familia, que puede ser la mía. Es muy frustrante no sacar un paciente adelante”.

“En ese momento en que salvas una vida, sientes mucha satisfacción y el saber que lo hiciste bien, es la mayor razón por la cual escogiste esta profesión. Es en ese momento que el miedo de poder contagiarte y poner en riesgo tu vida se disipa”, dice.

Cada día es un reto para ella y depende de cómo haya trascurrido durante la guardia. Satisfacción por el paciente con el infarto cardiaco o con el accidente cerebral que pudo trasladar a tiempo y que no quedará con secuelas o frustrada por el chico joven del accidente de tráfico que intentó que hicieron, junto a sus colegas, todo lo posible, pero que lamentablemente falleció.

Un nuevo día para Melva, es eso, una nueva oportunidad de saber que estás viva, con salud, con familia y que Dios te lo permitió. Como ser humano tiene mucho miedo de contagiarse de la enfermedad, y peor aún, contagiar a su único hijo, Lorenzo Frailes Matos, quien la espera en casa con los brazos abiertos, sin imaginar las batallas que libra día a día su madre para ver un nuevo amanecer y poder abrazarlo con igual emoción, como si hubiesen sido varios días.

Como profesional de la medicina en estos momentos en que España registra aproximadamente 218 mil infectados y 25 mil 428 fallecidos, sistema sanitario al que responde, le genera mucho estrés, porque tiene que estar actualizando conocimientos constantemente para dar lo mejor posible como profesional ante cada paciente, tomando en cuenta que cada uno es completamente diferente.

"En estos momentos todos necesitamos de todos, se necesita el panadero, la dependienta del supermercado, el camionero que traes las provisiones, las limpiadoras, la policía, los vigilantes de seguridad, los trabajadores del campo, aquí todos jugamos un papel fundamental. Y en medio de ese escenario dantesco es cuando más vemos las carencias en el sector salud y el abandono de las autoridades a la sanidad pública", dice Matos.

Los pasos de la mulata, de Villa Jaragua, un municipio de la provincia de Bahoruco, al sur profundo de República Dominicana, ya dejan sus huellas en cada paciente, familia y en su legado propio.