Parejas en cuarentena
Vivian Fatule y Charles San Miguel: Un amor basado en la fe
Han pasado 24 años desde que Vivian Fatule y Charles San Miguel juraron amarse para toda la vida, respetarse, acompañarse y apoyarse el uno al otro. Enhorabuena, este tiempo maravilloso que los acerca al cuarto de siglo, ha servido para impregnarle a su relación las cualidades del granito: Fortaleza, pureza y singularidad.
Comparten retos profesionales, ambos son productores de televisión; comparten el amor por sus hijas, Liah y Gabriela, el compromiso que han asumido para guiarlas por un sendero de bien; y comparten su mayor riqueza: Una fe inquebrantable que los mantiene de pie y que les da la esperanza de un futuro mejor, donde la crisis de salud que sacude el mundo será solo un recuerdo lejano.
Ellos, como muchas parejas confinadas en su casa han tenido que ingeniárselas con las responsabilidades del hogar. “Aquí estamos repartidos: Unos cocinan, otros limpian, otros lavan… lo que no es negociable es el momento en que nos juntamos a orar. Los domingos participamos por las redes del culto dominical y todas las noches nos reunimos para estudiar la palabra”, comenta Vivian Fatule.
“Por supuesto que también hemos vivido momentos difíciles, agrega Fatule, las situaciones surgen y como es natural hemos tenido que adaptarnos. Pero la comunicación, en las relaciones saludables, es la clave en estas situaciones”.
Un mensaje de esperanza
Tolerancia, comunicación y comprensión mutua, son conceptos que pone a prueba la cuarentena. Aunque para muchos lo es, para una gran mayoría de parejas no siempre es un deleite estar juntos las 24 horas, los 7 días de la semana. Con el confinamiento también se pierde la independencia.
Vivian y Charles han aprendido a lidiar con las situaciones propias de la etapa, y comparten su mensaje para las parejas. “La mejor recomendación que podemos compartir con otro matrimonio es que no se rindan, esta pandemia pasará, el amor es una decisión. El mundo vive momentos difíciles pero depositar su confianza en Jesús es el mejor camino. No teman buscar ayuda en personas instruidas en la palabra de Dios. Nosotros lo hicimos cuando lo necesitamos, y nuestro matrimonio fue restaurado”, dice la pareja .con satisfacción.