¡Cuando te toca, te toca! Este refrán quedaría perfectamente aplicado para la reina Isabel II. De niña ella no recibió una educación «digna de reina» porque nunca se esperó que llegara a gobernar Reino Unido. El trono estaba reservado para su tío Eduardo VIII, quien abdicó para poder casarse con Wallis Simpson, una mujer divorciada.

Sin embargo, no se puede decir que la formación de la joven Isabel fue escueta o incompleta, todo lo contrario, la hija mayor de Jorge VI e Isabel Bowes-Lyon no fue criada como una niña promedio. Si bien las esperanzas diplomáticas recayeron en su tío, todavía era la tercera en la línea del trono, esto desafiando las cuestionables políticas reales que relegaban a las mujeres a segundo término.

Pero lo cierto es que la reina Isabel II no fue a la escuela, no en el sentido tradicional de asistir a un edificio con aulas, maestros certificados y un gran número de alumnos. La propia biógrafa autorizada de la reina Isabel II —Sally Bedell Smith— enfatiza en que la monarca fue educada en casa.