Algo qué contar

Lo que me quedó del 2019

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Ivelisse VillegasSanto Domingo

Algo qué contar

Lo me quedó del 2019

Al finalizar este año, que puedo dar gracias y recibirlas, es que más valoro un poema de Jorge Luis Borges titulado “Con el Tiempo”, dice que con el tiempo uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy porque el mañana es incierto; que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad. Y uno aprende… Solo bastó llegar al final para entenderlo todo…Ahí radica la verdadera actitud que marcará nuestro próximo devenir.

Así se espera un nuevo año reconociendo los errores para mejorar, haciendo un análisis de las metas no cumplidas para emprenderlas otra vez, renunciando a los que no podemos obtener por decisiones ajenas a nuestra voluntad y necesidades. Dar amor incondicional, y filial, perdonar, seguir viviendo sin las personas que amamos porque el Señor se las llevo y que este balance sirva para un aprendizaje perenne.

Una reflexión

Estoy convencida de que el verdadero sentir de la Navidad, además de recibir un nuevo año, es celebrar y compartir. Es DAR, pero desde el alma. Dar lo mejor de nosotros. Si es material que sea algo que esté de forma digna. Si es emocional, dé el mejor abrazo hasta sentir los latidos del corazón, el beso más cálido; y que los te quiero y te amo sean auténticos y sinceros. Recuerde que nadie lo está pidiendo, es usted que decidió hacer ese acto de amor. De esa misma forma, debe ser genuino, para recordarlo como lo estoy haciendo yo ahora, con todas las personas que en este 2019 me dieron tanto...

Agradecimiento

En especial a Dios por darme la vida y mantenerme de pie como hasta ahora lo ha hecho. Él con su ejemplo vivo nos dio la más grande de las pruebas de amor, al entregarnos a su único hijo, Jesús, para salvación de nuestra alma. Porque como decía la Madre Teresa de Calcuta, 'hay que dar hasta que duela'. Debemos de desprendernos de lo valioso que tenemos para compartirlo con los demás porque esa es la verdadera obra de Dios. He visto como personas se pasan la vida racionalizando todo; dando lo que ya no le sirve o está en mal estado, ya sea en objetos materiales o en los sentimientos y las emociones. Y cuando nos toca recibir 'estos detalles', no por elección, nos damos cuenta de los caparazones bien estructurados que poseemos, porque es de naturaleza siempre conjugar el verbo juzgar.

Próspero 2020

Hoy, a la hora de hacer sus peticiones no escatimen esfuerzos y pida en abundancia todo lo que su corazón deseé, ¡Cuidado con lo que pide!, porque a veces pedimos lo que no necesitamos y lo que queremos aunque nos haga daño. El Señor puede dárnoslo a modo de prueba como me ha pasado muchas veces. Ahora, pido con más cautela y doy con menos apego; pero lo que nunca dejaré para después, aunque este nuevo año venga con múltiples experiencias, nuevos amores, mucho trabajo, crecimiento familiar y más dinero, es cuidar mi salud y la actitud de ser cada día una mejor persona.