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¡Besar o no besar! ¿Cuándo es correcto?
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Cuando hablamos del contexto laboral, saludar o no, con un beso, y no me refiero al beso de un Romeo a su Julieta, sino al saludo de un beso en la mejilla, debemos pensar que no solo es asunto de simpatía, también de prudencia. Un beso desatinado puede generar situaciones desagradables. ¡Cuántas historias se pudieran escribir por un beso inoportuno! Por esto, es importante saber si es correcto o no besar según el ambiente en que nos encontremos.
El beso social
La tradición en cuanto a este beso ha variado. Hemos pasado de un beso elegante en la mano –caballero a la dama- a un roce de mejillas. ¡Sí! Nunca un beso en la mejilla. Lo correcto es tocar o rozar ambas mejillas y tirar el beso al aire sin pegar los labios al pómulo ajeno. El ambiente social se saluda con un beso dependiendo de la relación y grado de afecto. Si recién conocemos a alguien, con una sonrisa y unas palabras de cortesía o un estrechón de manos es suficiente.
Existen condiciones que, a pesar de existir un grado de familiaridad, nos abstienen de dar un beso. Como tener la cara sudada, tener un brote de acné o padecer alguna enfermedad, infección o virus. Por igual, se deben evitar los besos de extraños a bebés recién nacidos o a niños pequeños.
En el saludo de un hombre y una mujer, ella es la que decide cómo desea ser saludada por lo que el caballero debe esperar y responder el saludo de la misma manera. Nunca inclinarse a dar un beso si ella no lo propone.
El beso en la oficina
La regla general para el beso en el entorno laboral es un ¡no, no, no, no! Simplemente no se debe besar al jefe o a los compañeros de trabajo aunque exista mucho compañerismo en la oficina.
El saludo en la oficina sólo requiere una sonrisa y unas palabras de cortesía sin ningún acercamiento. Excepto días de cumpleaños o celebraciones en que se pueden acompañar las felicitaciones con un beso o un abrazo, siempre con respeto.
Nunca se besa a un cliente, a menos que él inicie este tipo de saludo. En ese caso, se debe mantener el respeto y la cortesía de un profesional.
En el ambiente corporativo esta es la norma, aunque con frecuencia escucho historias sobre jefes que propician saludos diarios con besos. Si éste es tu caso “en el país al que fuereis, haced lo que viereis”. Lo mismo ocurre cuando visitamos otros países como España, Francia o Rusia, donde recibiremos dos y ¡hasta tres besos!
Lo importante es tener claro que el beso hay que saber cuándo darlo, a quién darlo y cómo darlo. Nunca será lo mismo dar un beso a quien uno recién conoce, a quien uno aprecia o a quien uno ama.
En algunos casos para besar se necesita amor, en otros, prudencia.