Un galardón que llena de orgullo la crónica social

Hace ya muchos años que la crónica social dejó de encajarse en una práctica fría y simple, para convertirse en una apreciable fuente de información que permite evaluar el desarrollo económico del país. Sin duda, esta importante área del periodismo incluye el valor humano mucho más allá de la suntuosidad de los eventos, reflejando la esencia de sus protagonistas. En toda esta evolución, para mi orgullo como editora, las páginas de Listín Diario han sido pioneras en otorgarle a la crónica social la relevancia que merece.

La gala Si bien es cierto que a quien le apasiona lo que hace no piensa más que en su satisfacción personal, también es real que recibir un reconocimiento demuestra públicamente algunos méritos profesionales, que de otra forma quizá quedarían en el anonimato. Por suerte para quienes ejercemos el periodismo social, gracias al trabajo de un equipo comprometido e innovador, desde hace cinco años la Asociación Dominicana de Cronistas Sociales organiza el Premio Nacional a la Crónica Social. Hace unos días, bajo la coordinación de la actual directiva que dirige Rosa Arredondo, fue realizada la emotiva ceremonia que impregnó de elegancia el Palacio de Bellas Artes, y que demostró que el gremio está viviendo una nueva etapa de desarrollo profesional.

La noche de las cronistas Un jurado calificador tuvo la responsabilidad de evaluar 51 trabajos periodísticos, de 17 postulantes, y con el lema ‘amor, fiesta y paz’ se realizó la gala en la que María Isabel Matos, María Mercedes y Marta Quéliz, fueron galardonadas en las categorías Entrevista, Crónica y Reportaje. La noche también fue testigo del reconocimiento otorgado a Susana Veras y a María Elena Núñez, además de Caroll Mueses y Viena Divaluna.

La cantidad de trabajos presentados, la variedad de los formatos y el entusiasmo de los participantes, dejó claro que la crónica social dominicana no detendrá sus pasos. El camino a la excelencia ha sido trillado por una generación que aún sigue presente y que está dispuesta a compartir su experiencia.

Los organizadores Cuando has tenido la oportunidad de sentarte del otro lado y formar parte de un equipo organizador, sabes el significado de los miles de detalles que debes tomar en cuenta, de las largas horas que pasas planificando, de lo vital que es el tiempo que inviertes en perfeccionar las ideas. Ser artífice de un proyecto de este tipo significa tener capacidad de liderazgo, sensibilidad, responsabilidad y empatía para trabajar en equipo. Organizar un evento, por mucho que te guste el oficio, es una tarea agotadora. Desde aquí mi aplauso para la directiva de la ADCS, que aunque debe estar conscientes de que siempre habrá una oportunidad de mejora, es justo estar satisfechos por todo lo logrado.

¡Hasta el lunes!