Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

CRÓNICA LIGERA

Sufrir es más fácil que actuar

Avatar del Listín Diario
Ana Mercy OtáñezSanto Domingo

“El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”. Es una conclusión de Buda que supongo le tomó muchos años de meditación. A nosotros los simples mortales nos llega ese razonamiento después de algunas caídas estrepitosas, que muy bien pueden ser del cuerpo o del alma. Recientemente he vivido algunas situaciones que me han hecho reconocer una vez más que la actitud con la que enfrentemos las dificultades es lo que va a determinar cómo vamos a sobrellevar las penas que nos presente la vida. Hay situaciones que nos hacen daño y de las que no podemos escapar, pero sí podemos elegir cómo nos afecten. Casi siempre los momentos difíciles llegan cuando menos lo esperamos, sin embargo, dependerá de nosotros el significado que le demos a las experiencias que nos toquen vivir o simplemente entendamos que este puede ser un aprendizaje que nos ayudará a llegar a la siguiente posición. Esto lo aprendí duramente, porque todavía no conozco a nadie que le guste el dolor, y yo, particularmente tengo razones para sacarles provecho. Lo que Dios sí ha puesto en mi camino son determinados seres humanos que han elegido la mejor opción ante las adversidades y se han convertido en los motivadores que me ayudan a continuar, aceptar y enfrentar. A principio de año sentí cómo mi corazón se dislocó ante un primer llamado de salud con nombre de cáncerÖ Haga un stop, respire, porque yo también pensé en la muerte, mientras mi mente viajaba sin destino y mis ojos se volvían un mar de incertidumbres. De inmediato comenzamos los pasos necesarios para enfrentar el diagnóstico, esa era nuestra opción. Así iniciamos la primera carrera tras la salud, la cual conlleva estudios, exámenes, analíticas y evaluaciones médicas hasta llegar a la cirugía. No tuve tiempo de llorar, ni era mi elección, quería ser soporte y apoyo en el camino de la solución, no un obstáculo. Cuando el camino comenzaba a despejarse un nuevo ventarrón me dobló el cuerpo y me partió el almaÖ Otro cáncer, otra personaÖ Otro comenzar. ¡Más dolor! Perdí la respiración, me trastorné pensando en un futuro para el que no estaba preparada, mi cuerpo brotó y me perdí en el laberinto del susto, el miedo y el dolor. Pude haberme encerrado, gritar de rabia, dolor o impotencia, quejarme, buscar culpables o preguntarme por qué a ellos, que es lo mismo que a mí... Pero, ¿porque elegir el sufrimiento cuando en realidad podía dese-charlo? Entonces, entendí los beneficios de mi angustia ante la primera alerta... Continuará. Nos leemos la próxima semana.

Tags relacionados