Las Sociales

Moda

Llega junio y se cumple una década de la muerte de Yves Saint Laurent

Este mes de junio se cumplen diez años de la muerte del diseñador francés Yves Saint Laurent, icono de la moda del siglo XX que construyó un imperio al proponer una nueva definición del lujo: la creación del prêt-à-porter.

Nacido en Argelia con el nombre de Yves Henri Donat Mathieu-Saint-Laurent, pasó su niñez dibujando vestidos para su madre y sus hermanas. Con 17 años de edad, decidió cambiar el Mediterráneo por las calles de París y se inscribió en la Chambre Syndicale de la Haute Couture con el nombre de Yves Saint Laurent.

Su carrera comenzó por un concurso de dibujo en 1953. Sus bocetos le dieron el primer lugar. Sus dibujos llegaron a las oficinas de Michel de Brunhoff, el editor de la edición francesa de Vogue, quien, al ver su talento, le organizó un encuentro con Christian Dior. "Monsieur Dior me enseñó la base de mi arte", dijo Saint Laurent una vez.

Fue la colección Trapèze, su versión menos ostentosa del "New Look", lo que le trajo fama internacional. Sin embargo, los clientes extrañaban los diseños del fundador y sus colecciones nunca tuvieron el éxito esperado. En 1960 fue llamado para enlistarse al ejército francés durante la guerra de independencia de Argelia, lo que lo obligó a dejar el atelier. Debido a las burlas de sus compañeros y el estrés, duró únicamente 20 días en el ejército y regresó a París, donde fue tratado en el hospital militar de Val-de-Grâce con grandes dosis de sedantes y terapia de electrochoques, acciones que más adelante desencadenarían problemas de depresión y consumo excesivo de drogas.

Tras su recuperación, quiso volver a diseñar y en 1961, él y su pareja Pierre Bergé fundaron su propia marca con el apoyo del empresario estadounidense J. Mack Robinson. Bergé se encargó de que el negocio funcionara correctamente mientras Yves jugaba bajo sus propias reglas y, de paso, revolucionaba la moda.

Su vida y su carrera fueron puro atrevimiento. En un mundo estrecho como el de la corrección social, Yves se lanzó de cabeza a romper tabúes. Sentó un precedente al abrir su negocio en la orilla izquierda de París: hasta la fecha, el enclave reservado a la modernidad. La orilla izquierda era pasto de ‘gauche divine’, pero no la ubicación esperada y lógica para una casa de moda.

De entre las muchas aportaciones que le hizo Yves Saint Laurent a la sociedad, una fue romper una lanza en favor de las modelos negras. Hasta la fecha, la costura era un mar de maniquíes caucásicas homogéneo y aburrido, pero él se atrevió a innovar. "Toda su musculatura, el modo en el que se mueven, y hasta el modo en el que aguantan la cabeza me resulta profundamente arrebatador" –dijo Saint Laurent. Y jamás dudó, y aunque en los 60 y los 70 aquello fuera mucho más que una peligrosa acción de ‘marketing’ siguió su instinto. Y de nuevo, acertó.\

Yves Saint Laurent falleció en París a los 71 años de edad, víctima de un tumor cerebral que padecía hacía un año, según informó la fundación Pierre Bergé-Yves Saint Laurent.