ALGO QUE CONTAR

Ser tenaz, un poco de suerte y sentir amor por lo que haces es la fórmula

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ivelisse Villegassanto domingo

Esta pareja tiene mucho que contar… Fusionaron el amor y los negocios, por tal razón antes de hablar del éxito en los negocios hay que comenzar con su historia personal.

Siempre he tenido la suerte de que las personas me cuenten sus historias, sin importar su naturaleza. Con el tiempo esto lo he visto como un don a mi favor, pues cada anécdota me deja un sabor de satisfacción por los conocimientos y aprendizajes que me aportan, y también porque con tan solo escucharlo puedo ayudar o hacerlo sentir mejor.

Hay historias que por su naturaleza se quedarán conmigo, otras merecen ser contadas, como en esta ocasión, que Juan Carlos Méndez y Sandra Aponte me cuentan cómo han logrado el éxito en los negocios y en su vida familiar.

Amor, tolerancia, un sueño por realizar; y creer que puedes hacerlo, fueron los ingredientes que usaron para construir su empresa y una relación matrimonial de 26 años. Cuando dicen esto se ríen y se miran de una forma que delata una mezcla de emociones.

Muy contentos llegaron a Listín Diario y sentados en un mueble, habilitado especialmente para ellos en el estudio fotográfico, me dijeron que hoy son los propietarios de la empresa NTD Ingredientes.

Esta pareja tiene mucho que contar… Fusionaron el amor y los negocios, por tal razón antes de hablar del éxito en los negocios hay que comenzar con su historia personal.

Se conocieron en una fiesta de Halloween el mismo año que Juan Carlos Méndez llegó al país procedente de España.

"Estábamos sin máscara y en una fiesta a la que llegué de paracaídas', dice Sandra muerta de risa. La invitó a bailar y resultó ser un bailarín que nada tenía que envidiar a un dominicano. Con el ritmo de la música fueron armonizando sus vidas y se hicieron grandes amigos.

De lo más normal relatan que sin ser novios se casaron dos años después de este encuentro, y ya tienen 26 años juntos, en los que han construido una familia con dos hijos María José y Francisco Javier.

Juan Carlos Méndez dice: "Llegué a República Dominicana buscando aventura y algo nuevo. Osadía de la juventud. Cuando pisé suelo dominicano en el 1987 tenía 250 dólares y un bulto de ropa deportiva, pues quería estudiar deporte. A los pocos días comencé a trabajar''.

Ya casados Sandra trabajaba en la empresa de su padre y el continuó estudiando, hasta graduarse de ingeniero Civil. Pero esto no fue un cuento de hadas, en este lapso pasó lo mejor. "Desde que nos conocimos teníamos la ilusión de emprender un proyecto y decidimos vender frutos secos para repostería. Ya teníamos un nicho de dos o tres clientes, pero queríamos más", coinciden ambos.

Un día se aventuran hacia la zona de Bávaro, emergente en ese entonces, y tuvieron la suerte de que le encargaron en su primer día 1,000 libras de frutos secos, cuando solo tenían 120 en la casa. Para hacer ese pedido necesitaban mil dólares y solo tenían las ganas de trabajar. Esa cantidad la podían traer por avión y deciden llamar a familiares para reunir el dinero. Con mucha satisdación cuentan que la trajeron en maletas y cajas y un días antes de entregar ya tenían el pedido listo. con la promesa de encargarle más.

El negocio fue creciendo y luego eran contenedores, la casa se convirtió en un almacén y hoy tienen oficinas y almacén en México, Jamaica, República Dominicana , Cancún, Puerto Vallarta, Los Cabos, Kingston. Y tienen más variedad en productos de panadería y repostería.

Mucho sacrifico.

"Me levantaba a las 3 de la mañana y llegaba de Bávaro a las 5:00 de la tarde para irme a estudiar a INTEC. También ir aduana. Con apenas 26 años tienes fuerza para eso y mucho más".

Cuando se casaron se fueron de viaje a España y al regresar encontraron la casa vacía. A partir de ahí tuvieron que planificarse para comprar más ajuares, y para bendición, lo único que no le robaron fueron los productos. Duramos cuatro años sin comprar un televisor".

"Llegó un punto que tuvimos que alquilar un almacén en Manoguayabo y el baño quedaba fuera y cuando llovía teníamos que coger un paragua. Mi deseo más grande era tener una baño dentro del almacén, ahora tenemos una modernas instalaciones en la autopista Duarte".

Distribuyen más de mil productos de repostería, más de 200 empleados. Su estabilidad y crecimiento se debe a que siempre están enfocados, y no son simples negociantes; su creatividad, experiencias y los conocimientos que adquieren con su participación en ferias internaciones siempre están disponibles para ellos en busca de que sean los mejores en su área.